El patrón de sueño marca el pulso de tu descanso. En este artículo te contamos de qué se trata y cómo cambia a medida que pasan los años.

Tu forma de dormir se traduce en un patrón de sueño, es decir, en una característica particular de descanso.
Hay personas que aman dormir, y otras que, en cambio, les parece una pérdida de tiempo.
Algunos descansan boca arriba y otros de costado. Habrá gente que necesita el silencio absoluto para conciliar el sueño, y otras que prefieren el ruido blanco.
Esas peculiaridades se modifican muchas veces a lo largo de la vida.
Por eso, en este artículo queremos contarte qué cambios pueden suceder en tu descanso a medida que pasan los años.
¿Qué es un patrón de sueño?
Cuando hablamos de patrón de sueño nos referimos a ciertas características que tenés al dormir.
Uno de los patrones más estudiado por la ciencia es la cantidad de horas de sueño que una persona necesita para sentirse bien durante el día y rendir eficientemente en sus tareas diarias.
Este tipo de patrón fue clasificado en tres:
- Corto: Cuando la persona duerme menos de cinco horas diarias
- Intermedio: El descanso entre siete y ocho horas de sueño
- Largo: El descanso de nueve horas o más
En general, el patrón que más se repite es el intermedio, y en menor porcentaje ocurren los casos extremos, como dormir más de 10 horas o menos de cinco.
Lo curioso es que aún no hay razones claras que expliquen cómo se adquieren tales patrones y por qué cada persona necesita descansar distinta cantidad de tiempo.
Envejecimiento y cambio en el patrón de sueño
Los hábitos de sueño varían a lo largo de los años según la etapa de la vida.
Un bebé recién nacido duerme muy distinto que un pequeño de un año, un adolescente o un adulto.
En esta sección queremos contarte en qué consisten las variaciones y por qué, a medida que pasan los años, los adultos mayores tienden a dormir menos.
1. Disminución de la duración de sueño
En promedio, los adultos duermen entre siete y nueve horas por noche.
Sin embargo, la ciencia comprobó que después de los 50 años la persona pierde 27 minutos de sueño cada diez años.
Esto significa que, por regla general (hay excepciones), las personas de la tercera edad duermen durante la noche menos de siete horas.
Además, les cuesta más conciliar el sueño, se despiertan con mayor frecuencia y se levantan más temprano.
2. Cambios en la estructura de sueño
Una estructura de sueño se compone por distintas fases que completan un ciclo de descanso.
Cada ciclo se compone por cuatro fases, que van desde la relajación de los músculos, el aletargamiento de las ondas cerebrales y el sueño profundo.
El tiempo de duración de cada ciclo es de 90 minutos aproximadamente.
Al envejecer, esta estructura puede sufrir alteraciones. Las fases se vuelven más cortas y por eso el sueño es más liviano y entrecortado.
Como consecuencia, es probable que te sientas más cansado durante el día debido a la ausencia de un descanso completo.
3. Factores fisiológicos que afecta el patrón de sueño
Con la edad, la actividad de las funciones biológicas del cuerpo cambia influyendo en el buen descanso.
Algunos factores fisiológicos asociados con la dificultad del sueño en la tercera edad son:
- Hormonales: La melatonina y el cortisol se alteran e intervienen en el patrón de sueño.
- Ritmo circadiano: El reloj biológico puede cambiar y modificar la rutina de descanso.
- Vejiga hiperactiva: La necesidad de orinar por las noches puede hacerte levantar más de una vez.
- Temperatura corporal: Con la edad es más difícil regular la temperatura del cuerpo para conciliar el descanso.
También es importante considerar el entornó de sueño. Un lugar oscuro, silencioso y climatizado es esencial para poder dormir de corrido.
4. Problemas de salud que afectan al descanso
Con los años los achaques llegan y pueden dificultar el descanso. Incluso, no es necesario padecer una enfermedad grave para que afecte el sueño. Algunos problemas de salud que alteran dormir bien son:
- Dolores en las articulaciones y músculos
- Dificultades en la respiración, como la apnea del sueño
- Enfermedades cardiovasculares
- Ansiedad, stress y depresión
- Dolor de espalda
Si estás padeciendo algunos de estos problemas, te recomendamos consultar con tu médico de cabecera.
Un profesional va poder acompañarte a superar cada dificultad y así mejorar tu calidad de descanso y bienestar general.
5. Medicación que altera el dormir bien
En algunos casos, el consumo de medicamentos puede provocar cambios en el patrón de sueño.
Algunos fármacos que interfieren en el ciclo de descanso son:
- Medicamentos para controlar la alergia
- Antiepilépticos y anticonvulsivos
- Antihipertensivos
- Antiarrítmicos
- Antidepresivos
La manera más sencilla de resolver un cambio de patrón es consumiendo el fármaco lejos del horario de descanso, como, por ejemplo, por la mañana.
Te recomendamos consultar con tu médico antes de realizar alguna modificación en tu tratamiento.
Estrategias para mejorar el sueño en la tercera edad
Aunque es inevitable que con la edad los cambios de patrón de sueño lleguen, existen muchas formas de trabajar y estimular el descanso.
Nuestras recomendaciones para mejorar el sueño son:
- Evitá ver televisión o usar el celular en la cama o antes de dormir
- Mantené una rutina con horarios fijos para dormir y despertar
- Procurá tener una cena liviana y temprana
- Hacé actividad física diariamente
- No tomés siestas durante el día
Además, te aconsejamos no continuar en la cama si no lográs conciliar el sueño en los primeros 30 minutos.
En ese caso, levantate y realizá alguna actividad tranquila y monótona, como puede ser leer, escuchar música o cualquier otra tarea que te resulte relajante.

Conclusiones
Los efectos por los cambios del patrón de sueño en la edad pueden llegar a preocuparte.
Sobre todo, cuando dormir menos significa sentirte fatigado durante el día y bajar el rendimiento en tus actividades diarias.
Algunas razones que pueden afectar tu descanso en la tercera edad son:
- Disminución de la duración de sueño
- Cambios en la estructura de descanso
- Factores fisiológicos
- Enfermedades
- Medicación
En la mayoría de los casos, el problema puede resolverse con una consulta médica y buenos hábitos de alimentación y ejercicio diario.
Estamos seguros que siguiendo nuestros consejos vas a mejorar tu descanso sin importar los desafíos que te presente la edad.
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