Guía infalible para que tu hijo quiera dormir en su cama

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Es común que las niñas y niños pequeños quieran pasar la noche junto a mamá y papá. En este artículo te contamos cómo hacer para que tu hijo quiera dormir en su cama sin hacer berrinche.

Buscar formas para que tu hijo quiera dormir en su cama revela la necesidad de volver a conquistar tu espacio personal y matrimonial.

Además, todos sabemos que no es sencillo dormir con el pequeño cruzado o atravesado de manera horizontal.

En otras palabras, lo requieres para mejorar tu calidad de sueño, tu relación de pareja y, aunque tu hija o hijo no pueda reconocerlo, ellos también lo necesitan.

Por eso, en este artículo te compartimos sobre:

  • Motivos del problema e importancia de que tu hija o hijo quiera dormir en su cama
  • Guía para lograr que tu hijo duerma en su cama
  • Conclusiones
Cómo hacer que mi hijo quiera dormir en su cama

Motivos del problema e importancia de que tu hija o hijo quiera dormir en su cama

Para comprender mejor la guía que a continuación compartiremos sobre cómo hacer para que tu hijo quiera dormir en su cama, te proponemos conocer algunas razones por las que él o ella intenta no saber nada del asunto.

En principio, podríamos decir que es un periodo normal que no debe extenderse por mucho tiempo.

El niño necesita de su espacio personal para poder crecer en autonomía, que se verá reflejado en su seguridad y autoestima.

También papá y mamá necesitan de una “zona vip” para fortalecer sus vínculos y descansar más cómodos.

En definitiva, cuando un niño duerme en su cama todos ganan: mamá, papá y bebé.

Cada pequeño es un mundo y por eso los motivos de que tu hijo o hija no quiera dormir en su cama pueden ser muy variados. 

Las razones más frecuentes son:

  1. Costumbre: Simplemente siempre durmió a tu lado y no entiende por qué ahora debe cambiar.
  2. Necesidad afectiva: Se siente bien junto a vos y no será tan fácil convencerle que hay un lugar más bonito.
  3. Miedo: Temor a la oscuridad, al percibir ruidos desconocidos, al tener pesadillas o la inmensidad de la habitación (pensá que para ellos todo es enorme).
  4. Ansiedad: El apego puede generar angustia si no estás a su lado.
  5. Cambios bruscos: Una mudanza, comenzar una nueva escuela o el nacimiento de un hermano
  6. Evento traumático: Una situación dolorosa o emocionalmente fuerte puede causar que no quiera dormir solo. Por ejemplo, al fallecer un familiar o la mascota, vivenciar un robo o tener un accidente.
  7. Enfermedad: Si no se siente bien, es probable que prefiera estar en su lugar favorito.

Te recomendamos que, antes de leer la guía para que tu hijo quiera dormir en su cama, hagas el ejercicio de identificar el motivo por el cual le está costando mantenerse en su espacio personal.

De esa manera, podrás acompañarlo de manera efectiva y adaptar los tips que te compartimos a su propia vivencia y necesidad.

Si es un niño más grande, con capacidad de habla, podés hacer el ejercicio con él y determinar juntos qué es lo que le está pasando y la mejor manera de resolverlo.

Guía para lograr que tu hijo duerma en su cama

Ahora que identificaste la posible causa por la cual tu hija o hijo no quieren dormir en su cuarto, pasaremos a brindarte una guía orientativa que te ayudará a que ocupe felizmente su lugar de descanso en el hogar.

1. Generar una rutina de sueño

La primera recomendación para que una niña o niño quiera ir a dormir es creando una rutina de sueño que le anticipe el descanso.  

Con eso nos referimos a actividades relajantes que deben realizarse todos los días, a la misma hora y en los mismos espacios.

Algunos rituales para hacer antes de dormir pueden ser:

  1. Leer su libro favorito
  2. Cantar su canción preferida
  3. Tomar una mamadera con leche tibia
  4. Hacer un saludo especial de buenas noches
  5. Recitar alguna oración
  6. Masajes en la cabeza o pies
  7. Jugar con un muñeco tranquilo (sin luces o música)
  8. Hacer ejercicio de estiramiento
  9. Dibujar o escribir en un diario
  10. Escuchar una música tranquila

Cada niño tiene sus propios gustos y preferencias. Por eso, aunque la lista es sumamente genérica, tendrás que probar y evaluar cuál de todas esas actividades es la que más resulta.

Si tu hijo se expresa correctamente, pueden juntos elegir la rutina antes de dormir.

Es factible realizar una, dos o tres actividades, pero para que el ritual cumpla el efecto esperado no debe ser muy extenso.

2. Preparar un dormitorio amigable

Una de las formas más efectivas para que los niños quieran dormir en su cuarto es ofreciéndoles un lugar cálido, armónico y divertido.

También puede ayudarte colocar en su habitación un elemento novedoso que le entusiasme quedarse allí. Puede ser una cama nueva, sábanas de su personaje favorito o velador infantil.

Otra manera de animarlo es armando la habitación con él o ella. Separar una hora diaria durante una semana para organizar y ordenar el cuarto juntos. Una vez finalizado, se sentirá más seguro y cómodo de dormir en su dormitorio.

Para armar una habitación infantil amigable y confortable para el niño, te recomendamos:

  1. Cama cómoda y segura: La altura de la cama debe ser adecuada para que el niño pueda bajarse solo, sin pedir ayuda, y tener un largo y ancho conveniente para que pueda estirarse y crecer. 
  2. Iluminación: La luz afecta al sueño, por eso son importantes las lámparas tenues ubicadas sobre la mesa de luz o la pared. Actualmente, el mercado ofrece luces de noche con diferentes colores, brindando seguridad al niño y, al mismo tiempo, respetando su sueño.
  3. Juguetes: Es probable que el pequeño se sienta más contento si en la habitación se encuentran sus juguetes. Para que no se disperse al dormir, guardalos en organizadores infantiles y dejá en la cama solo aquel que haya elegido para arropar.
  4. Colores: Pintá su cuarto de patrones agradables, divertidos y que transmitan tranquilidad y relax. Los colores pasteles son una excelente opción.
  5. Decoración: En las paredes podés colocar cuadros, posters o vinilos con figuras llamativas o de su héroe favorito.
  6. Temperatura: La temperatura es clave para el descanso. Para eso podés instalar un aire acondicionado frío / calor o ventilador empotrados fuera de su alcance.

Si tenés en cuenta estas recomendaciones, sin duda, lograrás que tu hija o hijo ame su cuarto y no quiera salir de allí.

 3. Prestar atención a sus miedos

¿Cómo te sentirías si tuvieras que pasar la noche en un lugar totalmente desconocido y oscuro? La mayoría de las personas estarían aterradas.

Para el niño ese lugar desconocido es su dormitorio y, en ocasiones, puede sentir un miedo similar al que advertís cuando caminas solo por una calle oscura.

Por esa razón, es importante no subestimar sus miedos sino comprenderlos y acompañarlos.

Superar lo que teme será parte de su crecimiento y vos, como papá y mamá, podés ayudarlo a que ese proceso sea más fácil de transitar.

Algunos consejos para ayudar tu hijo a vencer sus miedos son:

  1. Animar a que pueda identificar y expresar sobre lo que teme
  2. No afirmar su miedo, pero tampoco subestimarlo
  3. Armar en conjunto un plan de acción progresivo para abandonar el temor
  4. Felicitar cuando veas que dio un paso de valentía
  5. Ser paciente, los temores no se van de un día a otro

4. Evitar las excepciones

Si querés que tu hijo no tenga retrocesos de conducta respecto al lugar donde necesitás que duerma durante la noche, es fundamental que no hagas excepciones.

Más de una vez ocurrirá que llora antes de dormir, pide por favor con ojitos dulces descansar en tu cama o se cruza a tu habitación en medio de la noche. 

En cualquier de estos casos, debés acompañarlo a su dormitorio con muchos abrazos y besos cariñosos. 

Las primeras semanas, hasta que el niño se acostumbre a descansar en su cama, posiblemente tengas que quedarte a su lado hasta que se haya dormido.

Si se levanta durante la noche y se cruza de habitación, juntos vuelvan al cuarto. Acostate unos minutos con él hasta que haya conciliado nuevamente el sueño.

En ningún caso lo dejés llorando solo en la oscuridad. El cuarto debe ser ese lugar que él desee adoptar como propio. Eso no ocurrirá si de entrada lo considera un castigo.

 5. Consultar con un especialista

Si el niño o niña tiene más de siete años y, sin haber tenido algún evento traumático, no quiere dormir en su cuarto, te recomendamos consultar con algún especialista.

Como mamá y papá es muy importante estar atentos a los cambios “sin causa” que pueden atravesar los niños.

Si tenés alguna duda o no encontrás explicación al respecto, un profesional podrá orientarte y ayudar a que todos se sientan más felices y a gusto en el hogar.

Cómo hacer que mi hijo quiera dormir en su cama

Conclusiones

El primer paso para que tu hijo quiera dormir en su cama es identificar qué factor le está impidiendo descansar en su propia habitación.

Una vez que hayas comprendido la causa, entonces:

  1. Generá una rutina de sueño
  2. Prepará un dormitorio amigable
  3. Trabajá sus miedos
  4. Evitá las excepciones de dormir en tu cama
  5. Consultá con un especialista si tenés dudas

Estamos seguros que podrás acompañar de la mejor manera a tu hija o hijo en el proceso de descansar en su habitación.

Con paciencia y mucho amor, pronto podrán tomar sus lugares en el hogar y dormir de una manera más confortable, saludable y feliz.