Se calcula que una persona pasa 25 años de su vida durmiendo. Durante todo ese tiempo, el cuerpo debería permanecer en la oscuridad. Si fuera una película de ficción, una persona que vive hasta los 80, pasa 55 años de su vida disfrutando del sol y de la luz, y 25 como si estuviera dentro de una cueva. De esto se trata, porque de lo contrario, pasar 80 años sin ningún momento a oscuras, podría provocar la desaparición de la especie. Enterate en este artículo por qué.
La luz intensa, blanca, que es considerada como luz natural por una gran mayoría de personas a nivel mundial, tiene un gran contenido de color azul. Esto, que parece un dato menor, es uno de los motivos por los cuales gran parte de la sociedad no duerme bien.
Exponerse a la luz blanca artificial de una lámpara, mantener las luces de la casa todas encendidas hasta la madrugada, dejar la televisión funcionando aún cuando se te cierran los ojos del cansancio, o la computadora titilando cuando vas a dormir, es un causal de daño. La luz artificial impide, bloquea la secreción de melatonina, la hormona reguladora del sueño.
El por qué a esta afirmación lo encontramos en aquello que sucede durante el sueño que, en concreto, es un trabajo de ingeniería milimétrica. Ningún ser humano podría sobrevivir si no duerme. En el sueño, el cerebro procesa la información del día, almacena lo que necesita y olvida lo que no. El cuerpo se revitaliza, se repara mientras va eliminando toxinas y renovando los músculos.
Para National Sleep Foundation, una persona debe dormir entre 7 y 9 horas diarias excepto que sea parte del grupo de seres humanos que tienen “sueño corto” y pueden dormir 6 horas y sentirse bien.
El resto de los simples mortales si duerme menos horas o pasa días con insomnio puede sufrir accidentes o consecuencias en su salud. Hay diversos estudios a nivel mundial en los que se muestra que la falta de sueño o noches durmiendo mal pueden causar accidentes de trabajo, automovilísticos, lesiones y hasta problemas cognitivos. Frente a la falta de sueño. los reflejos se retrasan tanto como cuando se bebe alcohol en exceso.
Entonces, la privación del sueño, que está relacionada con la cantidad de horas que necesita dormir una persona para sentirse bien, alerta, en forma puede causar daños a nivel físico y, también psicológico.
Uno de los mayores problemas a la hora de dormir es el estímulo constante: sonidos, aparatos tecnológicos encendidos, la calle, el vecino de arriba, la luz led y toda luz artificial.

La luz artificial
Exponerse a la luz artificial blanca o cálida, intensa a medida que avanza el día provoca sobre estímulos que ningún ser humano necesita. Antes de que existiera la posibilidad de contar con luz en cada hogar gracias al cableado eléctrico y a las grandes usinas de electricidad, se usaban velas. Mientras el día daba paso a la noche, las personas también se iban, de algún modo, apagando.
La luz artificial está formada por luz y radiaciones ultravioletas, los rayos UV e infrarrojas, los rayos IR. Por eso, algunas lámparas, incluso led, pueden causar daños oculares y, también, en la piel. Otro problema es que tanto la luz natural como artificial pueden causar trastornos en el reloj biológico humano. Aunque de la luz natural el cuerpo tiene más elementos para protegerse que de la artificial.
Lo que más daña de la luz es su parte ultravioleta y los componentes azules. Algunas lámparas fluorescentes, como la que existen en muchísimos países, y las LED pueden exponer al ser humano a rayos UV en una cantidad dañina.
Si los filtros UV de los anteojos tienen la función de equilibrar estos rayos cuando vienen del sol, los anteojos bloqueadores lo hacen con las ondas emitidas por la PC. Es que en la vida moderna las personas se exponen más a la PC que al sol y, evitar dormir por la cantidad de estímulos que sus ojos recibieron.
Puedes hacer la prueba un día: Trata de bajar la intensidad de la luz de tu casa a medida que va oscureciendo, instala un filtro en la pc como el F.Lux que regula automáticamente la luz del monitor o del celular y analiza como te sientes. Es muy probable que tengas ganas de ir a dormir muchas horas antes de lo que sueles hacerlo. Y esto sucede porque ese es el ritmo natural. Por eso, la luz artificial es un poco peligrosa, especialmente, cuando inhibe la secreción de melatonina.
La fototerapia
Es una técnica que se encarga de restablecer el ritmo natural de secreción de melatonina. La melatonina está asociada a la glándula pineal, la encargada más importante de que el cuerpo funcione en conjunto, como una máquina perfectamente diseñada. Por lo que está técnica se usa como método para combatir el insomnio, especialmente en personas de edad adulta avanzada.
El parpadeo, dolor de ojos, aversión a las luces intensas, contracción de las pupilas, ojos mojados o secos son algunas de las medidas que el cuerpo desarrolló para protegerse de la exposición a la luz brillante o muy intensa. La luz en exceso puede generar reacciones químicas peligrosas para el cuerpo, por eso este se protege.
En este sentido, la fototerapia se usa en muchas partes del mundo para aliviar los síntomas que puede causar el trastorno afectivo emocional. En países con pocas horas de sol diarias, en los que las temporadas invernales duran más que el verano y la primavera o, en los que prevalecen los días grises, utilizan lámparas de fototerapia.
Lo que hace la fototerapia es trabajar con las sustancias químicas del cerebro, estimulando y mejorando, estados de ánimo, y ayudando con los problemas del sueño. Este tipo de lámparas también ayuda con otras enfermedades como depresión o graves trastornos del sueño.
También es una técnica que se utiliza en personas adultas mayores con problemas de sueño. A pesar del estrés o a causa de este, de la agilidad de la vida moderna, especialmente, en las ciudades, a más edad, más pueden aumentar los problemas en el sueño. Y, si hay problemas para dormir, la calidad de vida se ve afectada.
Es muy común que a las personas mayores o muy estresadas, se les receten fármacos, ansiolíticos pero estos tienen efectos secundarios. Por eso, la fototerapia o terapia de la luz brillante volvió a ponerse en el centro de atención. Lo que permite es restablecer el ciclo de sueño afectado por una distorsión de los ritmos circadianos. Cada adulto es expuesto durante un período máximo de dos horas al día a estas lámparas para lograr ese objetivo.

Tratamientos de luz
Recibir una gran cantidad de luz por la noche dificulta la tarea de sincronización al reloj biológico de cada cuerpo. Si el reloj no puede sincronizarse, empezará a cambiar el ritmo y no encontrará la regularidad necesaria para provocar el sueño. En este aspecto, el Doctor Juan Antonio Madrid, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, explica que “tan importante como recibir la luz suficiente durante el día, es estar expuesto a la oscuridad durante la noche”.
Afectar el ritmo circadiano puede producir, además de problemas de sueño, trastornos gastrointestinales, aumentar el riesgo de cáncer de mama y las afecciones cardiovasculares. Esto es muy común en personas que trabajan por la noche, y que tienen su ritmo de vida cambiado, por ejemplo.
Si durante el día el cuerpo recibe poca luz, más tarde puede el ser humano dormirse. Si, al contrario, recibe un exceso de luz por la noche, le sucederá lo mismo. Por eso, los tratamientos relacionados con la luz no necesariamente tienen que ver con exponerse a ella en exceso sino lo opuesto, acompañar el nacimiento y la despedida del sol con el cuerpo y la menor cantidad de luz artificial que sea posible.
Desde que muchas personas empezaron a pasar un tiempo excesivo frente a la pantalla de distintos dispositivos, aumentaron la cantidad de médicos que alertan sobre este tema. Entre las recomendaciones que hacen es usar anteojos bloqueadores de rayos ultravioletas tanto para días de sol o de verano muy intensos como para estar frente a la computadora.
Para los dispositivos técnicos hay filtros como F.Lux que regulan la emisión de luz de estos aparatos de acuerdo a la hora del día de cada ciudad. Los anteojos permiten adaptarse a los días largos de verano y el filtro adapta la pantalla al paso del tiempo durante el día.
Otra recomendación son las cajas de fototerapia, gracias a las que el cuerpo humano se expone a una luz no tan brillante como la del sol ni tan intensa como la luz azul a la que está acostumbrado a causa de la electricidad.
Entonces, si bien la luz artificial afecta a los ritmos circadianos, utilizar la que corresponde puede ser útil para trastornos del sueño o trastornos emocionales. Como en la vida en general, el problema suelen ser los excesos. La luz natural siempre será la mejor opción si se puede notar lo que el cuerpo necesita. Además de Vitamina D, la luz marca el ritmo circadiano del cuerpo y, por lo tanto, ordena las horas de sueño y de vigilia.
En días más largos de verano o los más cortos de invierno el cuerpo se confunde, por eso es muy necesario aprender a notar los cambios tanto externos como internos. Y, utilizar todas las herramientas y técnicas disponibles para sanar.
La terapia de la luz es importante y puede empezar a practicarse con pequeños hábitos como desconectarse unas dos horas antes de dormir. El cuerpo es una máquina perfectamente diseñada que necesita tanto luz como sombra, no hay que temerle a ninguna pero sí, cuidarse de todo exceso y aprender a seguir el ritmo de las horas.
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