Seis formas de mantener la habitación fresca en verano

Bienestar Dormir bien

Una habitación fresca es un oasis en medio de una ola de calor. En este artículo te contamos cómo crear el tuyo.

Mantener la habitación fresca durante el calor puede ser una meta difícil. Sin embargo, hay algunas prácticas que podés emplear para lograrlo, incluso si vivís en una casa que no está bien aislada o no cuenta con aire acondicionado.

Idealmente, el dormitorio para descansar en verano requiere un rango de temperatura entre 21 y 24 grados. 

De otra forma, posiblemente, te cueste conciliar el sueño, te levantes sudando y tengas un día desganado y con poca productividad.

Por eso, en este artículo queremos compartirte sobre: 

  • La importancia de dormir en una habitación fresca 
  • Seis formas de vencer el calor nocturno
  • Conclusiones

La importancia de dormir en una habitación fresca

Cuando en verano te cuesta dormir, lo primero que surge es preguntar por qué necesitás descansar en una habitación fresca. ¿Se puede acostumbrar el cuerpo a reposar de otra forma?

Está científicamente comprobado que las personas son seres diurnos, lo que significa que el organismo está programado para activarse durante el día y reposar cuando la temperatura baja y el sol se esconde.

Cuando por la noche el calor no cesa, el organismo se mantiene en alerta. Aunque es hora de ir a la cama, la temperatura modifica los hábitos de descanso y el cuerpo permanece despierto, confundido, como si estuviera en pleno día.

Por lo tanto, dormir en una habitación donde la sensación térmica es elevada, no será de ningún modo una alternativa viable. 

Por el contrario, los beneficios de dormir en un dormitorio fresco son:

  1. Podrás conciliar rápido el sueño
  2. No te despertarás en medio de la noche
  3. Mejorará la calidad de tu descanso
  4. Te levantarás renovado sin dolor de cabeza ni sudor
  5. Mayor higiene del sueño
  6. Confort y alivio al reposar

Estarás pensando que el aire acondicionado es la solución para frenar cualquier calor y, aunque pareciera ser lo lógico, lo cierto es que exponerse de manera prolongada a la climatización puede impactar negativamente en tu salud. 

Los efectos más comunes son los resfriados, tos, dolor de cabeza, contracturas musculares, ojo seco, deshidratación y escalofríos. Además, puede producir crisis de asma y alergias.

Con esto no queremos decir que definitivamente tengas que apagar el aire acondicionado, sino que siempre será mejor trabajar para que los ambientes permanezcan frescos y ayudarse con la climatización artificial lo menos posible. 

¡No sólo ahorrarás energía, sino también un posible resfriado!

Habitación fresca

Seis formas de vencer el calor nocturno

Durante el verano, el buen descanso puede presentarse como un desafío casi inalcanzable. El ladrillo de los hogares absorbe el calor y es frecuente que por dentro pueda sentirse una sensación térmica insoportable.

Para reducir la temperatura del dormitorio necesitarás emplear algunas prácticas de manera diaria.

Los trucos que te compartiremos te ayudarán a lograrlo, incluso si tu casa no está bien aislada o no contás con aire acondicionado. 

 1. Buena ventilación para una habitación fresca

Solo una habitación bien ventilada puede lograr un dormitorio fresco. Es un error pensar que sellándola la mantendrás fría y saludable.

Si querés dormir en un lugar realmente confortable, entonces abrí las puertas y ventanas para que haya corriente de aire. La clave estará en hacerlo en los horarios apropiados, que son por la noche y la madrugada.

Algunas formas de abrir completamente las aberturas sin que calor externo entre a la casa son:

  1. Colocar el aire acondicionado en modo anti-humedad al momento de ventilar.
  2. Baldear las paredes del lado de afuera de la casa.
  3. Regar el césped y la galería.
  4. Instalar un toldo que evite que el sol entre directo por la ventana.
  5. Plantar un árbol cerca o colocar plantas alrededor de las aberturas.

Como el dormitorio se mantendrá con las persianas bajas por muchas horas, necesitarás una iluminación que te permita realizar las tareas domésticas y, al mismo tiempo, no levante temperatura.

Durante el día, intentá no encender las luces y por la tarde / noche, utilizá focos led, ya que generan menos calor.

2. Fundas, sábanas y almohadas de verano

Cama, sábanas y almohadas son determinantes para la temperatura corporal.

Durante el verano, se recomienda que la altura de la cama sea lo más baja posible. Si estás durmiendo en una cama alta, podés reestructurar la habitación y colocar el colchón sobre el piso.

Las sábanas apropiadas para el verano serán aquellas que cuenten con frescura, confort y transpirabilidad. En este caso, las mejores serán las compuestas de fibras naturales como el algodón y el lino.

Un cubrecama para épocas de calor debe ir en la misma dirección. Las mejores alternativas serán la funda y el quill de materiales livianos como el algodón, bambú y lino.

Finalmente, la almohada ideal será aquella que aporte una alineación correcta del cuerpo y, al mismo tiempo, te brinde el confort necesario para dormir de un tirón.

En verano, una opción sin precedente son las almohadas rellenas de espuma viscoelástica. Estas son termorreguladoras y, según el peso de la persona, adaptan su firmeza y altura.

 3. Chau aparatos electrónicos

A veces las personas no se dan cuenta sobre la cantidad de aparatos electrónicos que pueden tener dentro del dormitorio.

Televisión, computadoras, impresoras, equipo de música, cargador de celular, etc. Todos estos equipos generan mucho calor. Incluso cuando se encuentran apagados emiten una pequeña frecuencia que eleva la temperatura.

Por eso, de ser posible, desenchufalos totalmente. De esa forma reducirás algunos grados de calor del dormitorio y, de paso, te ayudará a la desintoxicación digital.

Otro factor que debés tener en cuenta son los electrodomésticos fuera de la habitación que sobre calientan la casa en general. Con esto nos referimos al horno, el secador de pelo o la plancha. 

El uso de ellos eleva rápidamente la temperatura y por eso, es mejor reducir su empleo y hacerlo solo cuando haga falta.  

4. Usar el ventilador de forma estratégica

No siempre usar el ventilador será una buena idea y te explicamos por qué: cuando la habitación está sellada y su temperatura es elevada, el ventilador solo logra mover el aire caliente y no ayuda en nada a bajar la temperatura.

Por el contrario, un ventilador que se usa en un espacio que no está aireado correctamente puede afectarte de las siguientes maneras:

  1. Genera más calor por el solo hecho de que es un aparato eléctrico y está en movimiento.
  2. Mueve las bacterias y virus del lugar, pudiendo enfermar.
  3. Seca la transpiración sin que baje la temperatura corporal, lo que también repercute en la salud.

Por eso, usá el ventilador de forma adecuada. Primeramente, ventilá la habitación y, luego, encendelo haciendo que sus paletas giren contrarias a las agujas del reloj.

5. Buenos hábitos

Tu temperatura corporal no depende solo de la habitación donde dormís, también hay otros factores que influyen directamente en el buen descanso. Algunos de ellos son:

  1. Tener una habitación funcional al sueño, limpio y ordenado.
  2. Alimentarse con una dieta equilibrada, evitando por la noche los carbohidratos y aprovechando al máximo las frutas y verduras. 
  3. Hidratarse correctamente para no sufrir de insolaciones o golpes de calor.
  4. Usar ropa liviana, amplia y, de ser posible, dormir sin pijama.
  5. Ducharse antes de dormir con agua templada (no fría).
  6. Relajarte y meditar para poder conciliar rápido el sueño. 

Todo esto, ayudará a tu organismo a templarse y no sufrir de los calores intensos del verano. 

 6. Un secreto más…

Te contaremos un truco que te hará sentir muy bien durante unos minutos. Se trata de enfriar las sábanas antes de recostarte sobre ellas.

Estos son los pasos a seguir para lograr una frescura de sábana extrema:

  1. Guardar las sábanas en una bolsa hermética
  2. Poner la bolsa en el freezer durante 10 minutos
  3. Pasado el tiempo indicando, retirarla del congelador
  4. Tender la cama inmediatamente
  5. Recostarte sin demora

La sensación de frescura total puede durar hasta 15 minutos, pero será suficiente para poder conciliar el sueño con facilidad.

Habitación fresca

Conclusiones

Mantener la habitación fresca es fundamental para dormir bien durante el verano. Aunque el aire acondicionado puede ayudar a climatizar, su uso excesivo impacta negativamente en la salud.

Por eso, lo mejor será realizar algunas prácticas que te permitan convivir con el calor de manera natural. Alguna de ellas son:

  1. Evitar sellar la casa y usar luces led
  2. Provisionarse de sábanas, fundas y almohadas para verano
  3. Evitar los aparatos electrónicos dentro de la habitación
  4. Usar el ventilador con las paletas girando contrarias a las agujas del reloj
  5. Trabajar en buenos hábitos como una dieta equilibrada y una buena hidratación
  6. Enfriar las sábanas antes de acostarse

Te aseguramos que si sigues estos tips te convertirás en un gladiador del calor y tendrás un descanso confortable y verdaderamente reparador.