El estrés y el descanso están muy relacionados entre sí. En este artículo te contamos por qué y cómo vencerlo.

El estrés y el descanso son dos caras de una misma moneda. Si tenés estrés, te cuesta conciliar el sueño, y sin un buen descanso, aumenta el estrés.
Situaciones como mudanzas, la pérdida de un ser querido, el divorcio o rendir un examen final, son muy estresantes.
Si pasaste por alguna de ellas, seguramente sabés de qué estamos hablando.
Además, hay varios aspectos del estilo de vida que predisponen a sufrir mayor estrés y falta de descanso.
Por eso, en este artículo queremos contarte algunas estrategias para superar las tensiones y vivir el día con más energía.
¿Por qué el estrés impacta en el descanso?
Como hemos mencionado anteriormente, el estrés y el descanso tienen mucho que ver entre sí. Pero, en primer lugar, ¿qué es el estrés?
El estrés es la respuesta natural del organismo ante situaciones de peligro.
Cuando tu cuerpo detecta alguna amenaza, las hormonas como el cortisol se activan, y te ponen en modo alerta.
Luego, una vez que pasó el momento de peligro, volvés a regular tus niveles hormonales y te calmás nuevamente.
El problema está cuando el estrés se prolonga en el tiempo.
Como te imaginarás, el estado de alerta es todo lo contrario al estado de relajación que necesitás para descansar bien.
Por otro lado, el estrés aumenta cuando pasás varias noches seguidas durmiendo mal, sin lograr un descanso adecuado.
Esto puede generarte mayor nivel de ansiedad, mal humor, bajo rendimiento en tu rutina e, incluso, tener repercusiones en tu vida social.
Este bucle de malestar interminable puede acabar si encontrás la manera de aliviar el estrés y ayudás a tu cuerpo a predisponerse para un descanso profundo y reparador.
Estrategias para superar el estrés y mejorar el descanso
¿Alguna vez te pusiste a pensar qué situaciones de la vida cotidiana te generan estrés?
Ser consciente de ellas y poder identificarlas va a permitirte tomar las medidas necesarias para lidiar mejor en esos momentos.
En esta sección queremos regalarte algunos consejos prácticos que te ayuden a manejar el estrés y mejorar tu descanso.
1. Equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Uno de los puntos más difíciles es encontrar un balance entre las responsabilidades laborales y la vida personal.
Establecer las tareas y límites en el trabajo te permite cumplir con tus metas y tener más claridad a la hora de tomar nuevos compromisos.
Además, delimitar horarios, te ayuda a programar y planificar también las actividades que te gustan y relajan.
En el proceso de elegir qué trabajos y responsabilidades tomar, puede suceder que notes que no podés cumplir con todo lo que te gustaría o con lo que te propusiste.
En casos así, lo mejor es elegir personas de confianza en las que puedas delegar responsabilidades.
Como dice el refrán, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Es preferible hacer menos, pero hacerlo mejor.
2. Hacer actividad física y ejercicios de relajamiento
Como ya te contamos en otros casos, hacer actividad física es una de las alternativas más efectivas a la hora de combatir el estrés y mejorar el descanso.
Algunos beneficios de hacer ejercicio son:
- Ayuda a reducir la ansiedad, ya que la mente se concentra en una actividad puntual y el cuerpo libera tensiones físicas y emocionales.
- Mejora el estado del ánimo, gracias a que, al hacer ejercicio, se liberan endorfinas, las encargadas de que sientas bienestar.
- Disminuye el nivel de cortisol, porque la actividad física permite liberar la tensión propia que genera esta hormona.
- Mejora el descanso, ya que el cuerpo se siente relajado después del esfuerzo físico.
Además, podés complementar la actividad física con ejercicios de relajación antes de dormir.
También te recomendamos hacer respiraciones profundas, estiramientos de cuello y hombros, y, por qué no, sumar algunas técnicas de meditación, como el mindfulness, el uso de ruido blanco o música instrumental.
3. Comer y dormir bien
Mantener una alimentación equilibrada durante el día, y especialmente antes de dormir, es un factor que puede favorecer a tu descanso.
Muchas veces, el estómago pesado o las molestias estomacales provocan un mal sueño. Para que eso no suceda, es necesario darle a tu cuerpo tiempo de digestión.
Te recomendamos comer dos o tres horas antes de dormir, y, además, tener una cena liviana.
Algunos alimentos recomendados son:
- Las legumbres, contienen hierro y se asocian al proceso químico del sueño.
- Los huevos son una gran fuente de vitamina D que ayuda a regular el reloj biológico.
- Las almendras, que aportan magnesio, lo cual reduce el insomnio.
- El yogur, por sus probióticos que permiten una mejor digestión.
- La avena, ya que aporta buenos carbohidratos.
También hay frutas que se asocian a un mejor descanso, como el kiwi y las cerezas, que podés incorporarlas en desayunos o meriendas.
4. Divertirte y celebrar logros
Divertirse es tan importante como destinar tiempo a las responsabilidades diarias.
De esta forma tu cuerpo libera tensiones, tu mente se dispersa y pensás en cosas que te gustan y hacen bien.
Sin dudas, mantener cierta disciplina es indispensable para cumplir con las exigencias de cada día.Sin embargo, una vara demasiado alta puede aumentar los niveles de estrés.
Por eso, divertirse y celebrar los logros —como podría ser el lograr dormir de un solo tirón— es una forma de reconocer los propios esfuerzos diarios.
Para esto no hay recetas: podés salir a caminar, cocinar, ver una serie, hacer jardinería. Se trata de conectarte con lo que te gusta.
5. Buscar apoyo y asesoramiento
Si estás pasando por situaciones de estrés, además de tener en cuenta aspectos relacionados a la salud, no dejes de recurrir a tus vínculos más cercanos.
A veces no es sencillo superar estas situaciones, y es necesario contar con el apoyo afectivo de familiares y amigos, ya sea para distraerte un rato, conversar o para que te den una mano en la búsqueda de soluciones.
También podés consultar con profesionales de la salud para tener un diagnóstico más preciso, junto con consejos prácticos que te ayuden a manejar el estrés y sus consecuencias en la vida cotidiana.

Conclusiones
El estrés y el descanso son dos factores que afectan directamente a tu salud y calidad de vida.
Recordá que es importante cuidar el manejo de las situaciones estresantes para que ellas no terminen perjudicando tu descanso, rendimiento laboral, académico y vida social.
Por eso, te recomendamos:
- Establecer límites entre el trabajo y la vida personal
- Pedir ayuda cuando lo necesites a amigos, familiares y profesionales
- Destinar tiempo libre para hacer actividades recreativas
- Hacer actividad física y estar al aire libre
- Cuidar la alimentación
Cambiando algunos hábitos e incorporando estos consejos, sin dudas tu calidad de descanso y bienestar van a mejorar.
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