5 Claves para combatir la fatiga laboral

Bienestar

La fatiga laboral se manifiesta tanto a nivel físico como mental. ¿Es posible sobrellevar las responsabilidades diarias sin agobiarte?

fatiga laboral

En la actualidad, la fatiga laboral es una realidad frecuente que se intensifica a fin de año.

Las exigencias del trabajo, sumadas a otras responsabilidades (sobre todo si tenés familia a cargo), hacen que te queden pocas energías para otras áreas de la vida.

Por eso, en este artículo te contamos cinco claves para que encuentres el equilibrio necesario entre el trabajo y la vida personal. 

Síntomas de la fatiga laboral

Si sufrís de fatiga laboral, los síntomas que mencionaremos van a resultarte conocidos. 

Algunas señales de que estás experimentando fatiga laboral son:

  1. Dolores de cabeza, musculares y tensión en el cuello y hombros.
  2. Dificultad para dormir y tener un sueño profundo.
  3. Cansancio y bajo rendimiento durante el día. 
  4. Agotamiento físico y mental.
  5. Enojo y poca paciencia.

Estos síntomas impactan negativamente en todos los ámbitos de tu vida. Por eso, es importante poder reconocerlos para contrarrestarlos lo antes posible.

5 Claves para combatir la fatiga laboral

Aunque experimentar fatiga laboral sea algo que muchas personas padecen, eso no significa que tengas que acostumbrarte a ella.

En esta sección queremos contarte cinco claves para que puedas poner tu bienestar en primer lugar.

 1. Reconocer las causas

Quizás suene obvio, pero viene bien recordarlo: para mejorar en algún aspecto, el primer paso es identificar las áreas que necesitan corrección.

Esto también aplica en lo laboral y el cansancio que estás sintiendo.

Tomate unos minutos para analizar cuáles de tus actividades diarias te consumen más energías y cómo te sentís después de realizarlas.

Por ejemplo, una actividad con horarios extensos, pocos recursos o presión elevada, puede ser motivo de agotamiento en poco tiempo. 

Además, prestá atención a reconocer las emociones como hastío, desgano o aburrimiento. 

Todas ellas son indicadores de que la tarea que realizás no está siendo saludable y es necesario que tomes alguna medida sobre ella.

 2. Descanso y recuperación efectiva

Como sabrás, para recuperar las fuerzas, lo ideal es que duermas entre 7 y 9 horas. 

Pero no solo importa la cantidad de horas de sueño, sino también su calidad.

Algunos aspectos para lograr un descanso profundo y reparador son:

  1. Utilizá cortinas opacas o black out para oscurecer la habitación. También, antifaz y tapones para eliminar molestias del exterior.
  2. Dormí sobre sábanas de calidad, agradables al tacto y que sean transpirables (como las de algodón o lino) para regular la temperatura corporal.
  3. Vertificá el estado de tu colchón: ¿es necesario cambiarlo? ¿Su tipo de firmeza se amolda bien a tu cuerpo y a tus preferencias? 
  4. Cuidá la temperatura de la habitación para que esté a un clima cómodo y fresco. 
  5. Elegí almohadas que te resulten cómodas por su suavidad y su altura.

Recordá que dormir bien va de la mano con un espacio cuidado.

3. Cuidado de la salud mental

Una forma de cuidar tu mente de la fatiga, es desconectando de las tareas pendientes y problemas de trabajo.

Existen varias técnicas para lograrlo. Una muy útil es teniendo una rutina de meditación y respiración profunda.

Nuestra sugerencia de rutina es: 

  1. Buscá un espacio tranquilo y un periodo de 15 minutos para la rutina.
  2. Tensioná y aflojá distintos músculos mientras respirás pausadamente. Empezá por los pies y hasta llegar a relajar la mandíbula, mejillas y frente.
  3. Pensá en un lugar que te genere paz, ya sea un jardín, la montaña o el mar. Imaginate en ese lugar sintiendo la tranquilidad que te provoca.
  4. Concentrate en tu respiración y dejá pasar tus pensamientos. No te detengas en ellos. 
  5. Inhalá y exhalá profunda y lentamente. Cada vez que exhales, aflojá tu cuello y hombros.

Con este ejercicio, poco a poco podrás enfocarte en el presente y dejar a un lado las preocupaciones del trabajo. 

4. Equilibrio entre lo laboral y personal

A veces, entre tantas exigencias, la vida personal pasa a un segundo plano. 

En muchos casos, en nombre de la “responsabilidad y el deber” se deja pasar  momentos especiales entre amigos y familia. Estas conductas afectan las relaciones y tu propio bienestar.  

Para evitar este posible panorama, te recomendamos:

  1. Dar tiempo a tus hobbies. Hacer lo que te gusta renueva el entusiasmo y enfoca tus pensamientos en otras cosas.
  2. Organizar tu tiempo haciendo listas de tareas. Dentro de ellas destiná alguna horas para visitar a familiares y amigos.
  3. Establecer horarios claros de trabajo y descanso e intentá, por todos los medios, respetarlos.

Aunque no siempre sea fácil, te aseguramos que será la forma correcta de cuidar tu bienestar físico, mental y emocional.

5. Solicitar ayuda en el trabajo

Un buen clima laboral mejora notablemente el ánimo y las energías para trabajar. Por eso, es bueno comunicar a quienes te rodean sobre cómo te estás sintiendo. 

Podés empezar hablando con compañeros de confianza para que te ayuden a pensar tu situación en particular o encontrar experiencias similares.

Otra posibilidad es conversar con tu supervisor para que facilite una charla en equipo. 

Abordar problemas de forma grupal disipa preocupaciones, malos entendidos y, de esa forma, es más fácil encontrarles una solución.

fatiga laboral

Conclusiones

Si tenés dolores de cabeza, impaciencia y bajo rendimiento, es probable que estés sufriendo fatiga laboral.

Algunas medidas que podés tomar para combatirla son:

  1. Identificar qué tareas te causan malestar.
  2. Dormir bien en cantidad de horas y calidad de descanso.
  3. Hacer ejercicios de meditación para desconectarte del trabajo.
  4. Destinar tiempo a hobbies y actividades sociales.
  5. Buscá ayuda conversando sobre lo que te pasa.

Siguiendo estas recomendaciones, vas a poder experimentar un mayor rendimiento laboral y una mejora en tu bienestar físico, mental y emocional.