young female sleeping on bed in morning

24 mitos sobre el buen dormir que no son tan reales

Dormir bien

No todo lo que se cree popularmente es cierto o bueno para la salud.

El descanso es central en una vida saludable. Junto con la alimentación y el ejercicio, constituye la base del bienestar físico, emocional y mental. Siendo algo tan importante en la vida, es lógico que genere todo tipo de creencias, tips, remedios caseros y hasta rituales, que claman tener “la posta” del sueño reparador.

“Si no podés dormir, tomá leche tibia con miel”, “Hay personas que funcionan bien con cinco horas de sueño”, “Un poquito de alcohol te ayuda a descansar mejor”, “Si soñaste mucho no dormiste profundo”. ¿Te suena alguna de estas frases? Seguro que sí, porque forman parte de las conversaciones cotidianas.

Pero todo eso, que se repite en las cenas familiares y las juntadas con amigos, no siempre tiene un origen exacto. Algunos lo escucharon de una tía, le hicieron caso al kiosquero o surgió con los compañeros de trabajo, durante el almuerzo en la oficina. Entonces, ¿Cómo saber qué es lo que funciona?

Dentro del amplio mundo de la sabiduría popular, hay mucho conocimiento que se ha respaldado científicamente. Realmente sirven algunos consejos de la abuela, ¡Aunque para muchos estén más cerca de la magia que de la ciencia! Sin embargo, así como hay cosas que se comprobaron con investigaciones, hay otras que fueron descartadas e incluso contraindicadas por expertos en el tema.

Ya sea que tengas dificultades para dormir o que quieras mejorar tu salud en general, hacer una “limpieza de creencias” es una excelente forma de comenzar a cambiar tus rutinas. Por eso, en esta lista vas a encontrar 20 afirmaciones sobre el sueño que más que realidad, son puro cuento y una “yapa” de 4 que sí son verdad. 

Mito #1: Si te cuesta dormir a la noche, una siesta te ayudará a recuperar el sueño.

¿Será la siesta la octava maravilla del mundo? Todavía no ganó ningún concurso, pero seguro arrasaría en las encuestas. Esta práctica despierta tanta pasión, que hasta se organizó un “Campeonato Nacional de la Siesta” en España, donde participaron más de 300 personas.

Dejando de lado -brevemente- los sentimientos, la siesta no es 100% eficaz en todos los casos. Para aquellos que sufren de insomnio o dificultades para conciliar el sueño, más que ayudar, puede agravar el problema. Es que la falta de sueño nocturno no se reemplaza con unos minutos de descanso durante el día. 

En sí, dormir siestas no disminuye el descanso de noche, siempre y cuando se transforme en un hábito diario que no supere los 60 minutos de duración. Es decir, hay que agregarla a la agenda y respetarla de lunes a lunes para que sea efectiva, de lo contrario termina alterando los horarios.

Mito #2: Quienes tienen sueño profundo no se mueven al dormir. 

Para los expertos, el movimiento durante el sueño no es señal de un descanso inadecuado. Al contrario, es normal moverse un poco y la cantidad de movimiento va variando a lo largo de la vida. 

mitos sobre el descanso

Mito #3: Muchos adultos no necesitan más de cinco horas de sueño para estar saludables.

También se escucha mucho que un descanso ideal tiene una duración promedio de siete u ocho horas y sí, esa es la afirmación correcta. Los adultos que duermen menos que eso son más propensos a complicaciones en su metabolismo, su salud mental, el sistema inmunológico y en el área cardiovascular.

Mito #4: Si te cuesta quedarte dormido, lo mejor es quedarte en la cama y seguir intentándolo.

Si te repetís mil veces “No pienses en tal cosa” ¿Qué es lo que sucede? Pensás en eso. Bueno, lo mismo pasa si te obligás a dormir cuando no tenés sueño. Podés estar físicamente cansado y todo, pero tu mente funciona como si fueran las doce del mediodía. 

Y definitivamente no ayuda quedarse en la cama mirando el techo. 

Para estos casos, los especialistas aconsejan moverse de habitación y realizar una actividad relajante, como leer un libro o practicar yoga. Es vital no utilizar ningún tipo de pantalla, como teléfonos o televisores, y volver a la pieza únicamente al sentirse somnoliento. 

Mito #5: Beber alcohol da sueño rápidamente.

Aunque en principio pueda relajarte, el alcohol tiene un impacto negativo porque retrasa la fase REM del descanso. Además, suele empeorar la apnea del sueño, un trastorno potencialmente peligroso en el que la respiración se detiene por unos segundos y vuelve a comenzar.

Mito #6: Ser capaz de dormirse en cualquier lugar y momento es algo positivo.

Para algunos, esto es una especie de “habilidad” envidiable, pero en verdad puede estar escondiendo algún problema en el descanso nocturno. Si durante el día te quedás dormido en cualquier situación, es muy probable que no logres dormir profundamente durante la noche. La apna antes mencionada puede ser una de las causantes.

Mito #7: El cuerpo puede funcionar de la misma forma con menos horas de sueño.

Es cierto que el cuerpo y la mente pueden adaptarse, pero el costo que se paga es muy alto. La recarga energética que no se recibe del descanso, el cuerpo la sustituye “economizando” sus procesos, disminuyendo el rendimiento y comprometiendo rápidamente el estado general de salud.

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Mito #8: Recordar los sueños es sinónimo de buen descanso.

A pesar de que algunos estudios indican que a más horas de descanso, más probabilidades hay de alcanzar la fase REM, recordar los sueños no es un indicador de salud.

Mito #9: Con la vejez se duerme más. 

Al contrario, se ha comprobado que con el correr de los años las personas tienden a dormir menos. De todas formas, esto no significa que se necesitan menos horas diarias de descanso. 

Mito #10: El cerebro está “desactivado” al dormir. 

Esto es completamente falso. Durante el descanso, el cerebro realiza todo tipo de actividades destinadas a procesar lo vivido durante el día. Cada fase del sueño cumple con una tarea específica en esto.

Mito #11: Dormir “de más” es mejor. 

Descansar muchas horas sí se recomienda en situaciones específicas, por ejemplo en la recuperación de una enfermedad o si se han tenido inconvenientes con el sueño en el pasado. Sin embargo, dormir más “porque sí” puede suceder como consecuencia de algún trastorno del sueño no detectado.

Mito #12: Hacer ejercicio antes de dormir es negativo para el descanso. 

En términos generales, hacer ejercicio es muy beneficioso para el descanso, porque permite liberar tensiones y descargar excesos de energía. Justo antes de dormir, se recomienda hacer actividad física leve, que ayude a estirar y relajar los músculos

Mito #13: Da lo mismo en qué momento del día se duerme.  

Naturalmente, el cuerpo comienza a segregar hormonas relacionadas al descanso cuando comienza a bajar el sol. Diversos estudios comprobaron que quienes trabajan de noche no logran descansar correctamente durante el día.

Mito #14: Una noche sin dormir trae consecuencias negativas a largo plazo.

Una noche no puede empeorar tu estado de salud general a largo plazo. Sí puede traer consecuencias en los días siguientes, pero se resuelve volviendo a dormir bien lo más pronto posible.

Mito #15: Acostarse con los ojos cerrados es igual de bueno que dormir. 

Es muy saludable tomar unos minutos del día para relajarse, pero no cumplen la misma función que el sueño profundo. El cuerpo entra en un estado distinto al de la vigilia al dormir, con tareas fisiológicas específicas.

Mito #16: Roncar fuerte no es malo (aunque pueda ser molesto para los demás)

Esto tampoco es cierto, ya que el sonido que el ronquido produce se genera por una entrada de aire en vías respiratorias obstruidas. Por lo tanto, si hay demasiados ronquidos, indica la presencia de alguna patología alérgica o respiratoria.

Mito #17: Posponer la alarma y dormir un poco más es bueno para la salud.

Aunque no abundan estudios específicos sobre el tema, sí los hay sobre interrupciones en general, con resultados negativos para la calidad del sueño. Posponer la alarma y seguir durmiendo puede producir cambios en el humor o falta de agilidad mental. 

Mito #18: Una habitación cálida es el mejor ambiente para dormir.

De hecho, la temperatura indicada para dormir oscila entre los 18 y los 22 grados, por lo que ningún extremo es beneficioso.

Mito #19: Mirar televisión antes de dormir ayuda a relajarse.

Las pantallas que emiten luz azul producen un efecto similar al que genera el sol en el cuerpo, estimulando el estado de alerta propio del horario diurno. Aunque pueda ayudar a despejar la mente, diversos estudios indican que quienes miran televisión desde la cama terminan durmiendo menos horas.

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Mito #20: El aburrimiento da sueño siempre.

Al contrario de la creencia popular, quienes se sienten más entretenidos durante el día suelen dormir mejor por las noches. El aburrimiento puede aparecer como consecuencia de una mala noche de descanso, pero no genera por sí mismo más sueño.

No-Mito #1: Es mejor dormir un poco más en vez de despertarse antes para hacer ejercicio.

Sobre todo si ese “dormir de más” termina por completar las horas recomendadas de descanso. De todas formas, las dos actividades son de vital importancia para la salud.

No-Mito #2: Dormir con una mascota mejora la calidad del descanso.

La respiración acompasada de los animales -y especialmente el ronroneo de los gatos- generan una sensación de tranquilidad y placer.

No-Mito #3: Despertarse en medio de la noche significa que no se durmió bien.

Como se mencionó anteriormente, las interrupciones suelen trastornar la calidad del sueño.

No-Mito #4: Dormir los fines de semana asegura un buen descanso. 

En general, descansar bien promueve un sueño placentero. Si los fines de semana es más sencillo “desconectarse” y relajarse, sin dudas tendrá efectos positivos durante la semana.