Conocer cuál es el colchón ideal, el que realmente necesitamos, no es una tarea difícil si es que tenemos algunos conocimientos conscientes sobre la postura en la que dormimos, el peso y el movimiento de nuestro cuerpo. ¿A qué nos referimos con esto? A que dependiendo de tus características físicas vas a necesitar un determinado tipo de colchón, que cumpla con ciertas propiedades. A continuación te responderemos los interrogantes más comunes que debes tener presente al momento de comprar uno nuevo.
Al igual que cualquier otro mueble o electrodoméstico de la casa, el colchón debe cumplir con ciertos requisitos y funciones que garanticen la calidad del sueño y la comodidad. Si somos altos vamos a necesitar una mesada alta ¿no? Lo mismo ocurre con las camas. A cada persona le corresponde un colchón con cualidades específicas funcionales a su cuerpo. Si queremos tener una buena calidad de sueño la elección de un nuevo colchón merece nuestro tiempo.
Ten en mente estas preguntas guías para acertar con tu nueva adquisición.
¿Cuál conviene?¿Un colchón duro, medio o blando?
Cuando hablamos de firmeza no sólo nos referimos a cuán duro es o no un colchón sino también a su capacidad para repartir el peso del cuerpo de la manera adecuada. La firmeza de un colchón debe tener el punto justo para poder sostener bien el cuerpo. Ni muy duro ni muy blando, en ambos extremos puede resultar incómodo.
La función primordial de un colchón es que respete la curvatura natural de la columna vertebral, ya sea que estés durmiendo boca arriba o de costado.
Si el colchón es rígido por demás no se adapta al cuerpo y, por ende, no cede ante la curvatura de la columna . La rigidez de un colchón significa que está hecho de materiales que le permiten una mejor aireación, pero esto, que por un lado parece una virtud, en realidad es contraproducente ya que la dureza hace que el peso del cuerpo no se distribuya de manera uniforme por toda la superficie del colchón.
Con un colchón demasiado blando ocurre lo mismo, la curvatura de la columna es afectada. En este caso, el cuerpo tiende a hundirse. Este tipo de colchones al estar construidos de materiales poco respirables son proclives a condensar el calor del cuerpo, además de no sostener bien la columna vertebral.
De todas maneras, es importante que tengas en cuenta tu estructura corporal. Un adulto de 1,90 m. que pesa 100 kg necesita usar un colchón más firme que una persona de un metro y medio con 50 kg.
Un buen descanso estará garantizado cuando el colchón respete la curvatura de tu espalda.

¿Cómo dormís?¿De lado, boca abajo o boca arriba?
La posición para dormir varía de persona en persona. Dependiendo de la manera en que descanses necesitarás determinada clase de colchón.
En el caso que duermas de lado deberás usar un colchón firme o semifirme capaz de relajar la tensión de hombros y cadera. Es decir, que permita amoldarse a tu cuerpo.
No se recomienda dormir boca abajo porque esta posición puede producir tensión en la espina dorsal y la espalda. Sin embargo, si este es tu caso, cuando duermas intenta usar una almohada delgada para evitar las tensiones en el cuello. Un colchón de espuma universal o viscoelástica serían perfectos para tu descanso ya que el grado de firmeza se amolda adecuadamente a tu estómago.
Si es que duermes boca arriba la elección es más fácil. Observa que el colchón sujete correctamente tu espalda y el cuello.
¿La estatura y el peso influye al momento de elegir un colchón?
Existen de distintas medidas,pero lo importante es que el colchón que compres tenga 15 cm más que tu estatura.
- 1 plaza:80 x 190 cm
- 1 y 1/2 plaza: 100 x 190 cm
- 2 plazas: 140 x 190 cm
- Queen :160 x 200 cm
- King: 180 x 200 cm
- Superking:200 x 200 cm
Luego si hablamos del peso debes tener presente que “a mayor peso, mayor firmeza”.
Entonces, a la hora de comprar debes asegurarte de que te informen sobre la densidad del colchón. ¿Por qué? Porque a mayor densidad, más peso puede resistir un colchón.
Si pesas menos de 70 kg es recomendable que uses colchones con baja densidad, ya que son más flexibles y distribuyen mejor la presión del cuerpo sobre la superficie. Caso contrario, es decir, que superes los 70 kg, es preferible que busques firmeza, colchones con alta densidad, o con estructura de muelles.

¿Sos una persona con alta temperatura corporal?
La temperatura del cuerpo no es un factor menor cuando se elige el tipo de colchón donde se descansará durante los próximos… ¿10 años?. En este caso, hay que fijarse el grado de transpiración.¿Qué es la transpiración? Es la capacidad que tiene el colchón para disipar el calor.
Si tu cuerpo es caluroso es preferible que elijas un colchón de muelles o de látex ya que estos ayudan a disminuir la sensación de calor. Pero si sos de los friolentos un colchón de espumación o viscoelástica será el adecuado para vos puesto que como no tienen suficiente capacidad de transpiración rebota el calor que se les transmite.
¿Sos inquieto o despertás estando en la misma posición en la que te dormiste?
Si sos de los que cambian de posición constantemente mientras duermes precisarás un colchón que no te “agarre”. Es decir, que te deje girar sin mucho esfuerzo. Los colchones de látex o de muelles son perfectos para las personas inquietas ya que al mínimo movimiento recuperan su forma inicial.
Si en cambio eres de los que se despierta casi en la misma postura, un colchón viscoelástico sería tu mejor opción. Por su maravillosa capacidad de adaptación, es decir amoldarse al cuerpo, repartirá mejor el peso y aliviará la presión en zonas como la cervical, el cuello y los hombros. Si usaras otra variedad de colchón, uno más firme, podrías despertar con contracturas.
Como ya te habrás percatado, la elección de un colchón requiere del conocimiento de tu propio cuerpo: cómo duermes, el peso, la estatura, si te mueves o no durante la noche, si sudas mucho o no.
Recurre a esta guía cuando quieras. Sé muy detallista a la hora de elegir el mejor colchón para vos. ¡No te prives de un buen descanso!
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