¿Cómo aprovechar las siestas cortas para mejorar el descanso?

Bienestar Dormir bien

Podés dormir siestas cortas de forma estratégica para aumentar el bienestar, productividad y humor durante el día. 

siestas cortas

Las siestas cortas son un excelente recurso para recuperar la energía, mantener la concentración, productividad y el buen ánimo hasta la noche. 

Es posible que hayas escuchado la advertencia de no dormir siestas para evitar tener problemas de sueño nocturno.

Sin embargo, si te levantás muy temprano, tenés una rutina exigente o estás atravesando un tratamiento de salud, posiblemente necesites hacer un corte en la jornada para mantener el equilibrio.

En este artículo queremos regalarte algunas recomendaciones prácticas que te permitan incorporar la siesta como una herramienta de productividad para rendir bien a nivel físico, mental y emocional hasta el final del día.

Duración ideal de una siesta

El lado oscuro de tomar siestas es que puede afectar tu sueño nocturno y, por esa razón, es importante conocer su duración ideal.

Existen tres tipos de siestas:

  1. Siestas cortas: Duran entre 10 y 20 minutos.
  2. Siestas medianas: Duran entre 30 y 60 minutos.
  3. Siestas largas: Tienen una duración por encima de la hora.

La cantidad de tiempo ideal que le destines a la siesta puede variar según la persona. Algunos toleran siestas más largas que otros.

Lo recomendable es tomar siestas cortas, ya que te permiten recuperar energía sin necesidad de llegar a la fase rem del sueño.

Las siestas de duración mediana pueden llegar a causarte somnolencia, y las largas, directamente, interferir en el descanso de la noche.

Lo importante es que vayas probando y ajustando la duración de la siesta según tus necesidades y preferencias personales.

Beneficios de dormir siestas cortas

La mejor opción para hacer un corte durante la rutina es con siestas cortas, lo que significa destinar entre 10 y 20 minutos para dormir en medio de la jornada.

Esta práctica ofrece varios beneficios de bienestar:

  1. Aumenta tu capacidad de atención, concentración y agilidad mental (ideal para estudiantes).
  2. Reduce el estrés y te permite sentirte mejor y con humor hasta la noche.
  3. Estimula la creatividad que necesitás para resolver problemas de manera eficiente.
  4. Reduce la somnolencia excesiva durante el día (sobre todo si sos un papá o mamá de un niño pequeño que no duerme ocho horas de corrido por la noche).
  5. Te permite evitar el insomnio gracias a la práctica de desconectar rápido.

Para que los beneficios tengan un impacto real, es importante encontrar la duración que tu cuerpo necesita para mantenerte revitalizado mental, física y emocionalmente.

Claves para tomar siestas cortas y productivas

Incorporar siestas cortas a la rutina no siempre resulta sencillo.

Principalmente porque hay que destinar un tiempo, pero también porque se requiere desconectar rápido para que el momento de descanso valga la pena.

Por esta razón, en esta sección vamos a compartirte algunas recomendaciones prácticas que te ayudarán a tomar esas siestas cortas y productivas que necesitás.

 1. Crear una rutina de siestas cortas

Una rutina de siestas cortas te permite planificar el momento, adaptándolo a tu jornada y optimizando su rendimiento al máximo. 

Los pasos para crear una rutina de siestas cortas son:

  1. Identificá en qué momento del día sentís que disminuye tu concentración y energía.
  2. Dependiendo de eso, elegí el horario para la siesta. La mayoría de las personas lo hacen después del mediodía, pero vos podés adecuarlo a tus necesidades.
  3. Decidí la cantidad de tiempo que vas a destinarle y configurá la alarma para que te despierte.
  4. Mantené el horario y la duración de la siesta de manera regular, de esa manera ayudás a tu cuerpo y mente a adaptarse a la rutina.
  5. Llevá un registro de impacto: un cuaderno donde escribas cómo te sentiste antes de tomar la siesta y después. También si tuviste dificultad para dormir en la noche.
  6. El registro te permitirá ajustar el horario y la duración hasta lograr los beneficios de desconectar durante la jornada.

Una siesta corta bien planificada es una herramienta valiosa para mejorar tu bienestar general y tu rendimiento diario.

2. Preparar un ambiente propicio

Ya tenés planificado el momento y la duración de la siesta, llegó el momento de preparar el lugar para tomarla.

Algunas recomendaciones para tomar siesta en un dormitorio funcional al descanso son:

  1. Al no ser de noche, vas a tener que bloquear la luz del exterior y oscurecer la habitación con persianas y cortinas opacas.
  2. Tampoco el silencio es el mismo durante las siestas. Algunas formas de evitar el sonido exterior es usando tapones en los oídos o reproduciendo música suave o ruido blanco.
  3. Ajustá la temperatura de la habitación. El aire fresco ayuda a conciliar más rápido el sueño.
  4. No te duermas sobre el sillón, buscá un lugar cómodo. De ser posible en tu cama y con tus almohadas.
  5. ¿Es necesario ponerse pijama para tomar una siesta corta? En lo posible, si. La sensación cómoda de la ropa contribuye a sentirte seguro y relajado.
  6. Evitá dispositivos electrónicos en la habitación que puedan distraerte o interrumpir tu sueño.
  7. Si hay gente en casa, informá que te tomás un tiempo de descanso para que nadie te moleste o te levante antes de tiempo.

Vos más que nadie sabés cómo generar un entorno que te haga sentir tranquilo, relajante y que te ayude a desconectar por unos minutos.

3. Técnicas para optimizar el rendimiento de la siesta

Tiempo y espacio. Eso parece ser todo lo que necesitás para alcanzar los beneficios de una buena siesta. 

Sin embargo, falta un ingrediente más: poder desconectar y dormirte rápido para aprovechar cada segundo de tu siesta corta.

Una forma de lograrlo es tomándote cinco minutos para hacer respiración profunda y estiramientos. Esto te permitirá relajarte y dormir más rápido.

Por otro lado, levantarte también puede ser un problema si te deja somnoliento por un rato.

Una técnica poco revelada para superar la inercia del sueño es la llamada “cafeína y siesta ligera”, que consiste en tomar una tacita de café 10 minutos antes de acostarte.

El café tarda un tiempo en surtir efecto, lo que significa que cuando te despertés, el descanso más la cafeína te dará un doble impulso de energía.

Te recomendamos probarla en momentos que puedas observar su impacto, no a todos le resulta de la misma manera.

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Conclusiones

Las siestas cortas son una poderosa herramienta para recargar energía, aumentar la concentración y mantener el ánimo hasta la noche.

La duración recomendada de una siesta, para que te permita conciliar el sueño nocturno, es entre 10 y 20 minutos. Aunque puede varias dependiendo la persona.

Para tomar siestas revitalizadoras y productivas, te recomendamos:

  1. Crear una rutina de siestas cortas
  2. Preparar un lugar funcional al descanso para tomarlas
  3. Practicar técnicas de relajación que te permitan desconectar rápido y aprovecharla al máximo

Es importante que durante el proceso vayas observando cómo te sentís para regular y adaptar tu momento de descanso a las necesidades y preferencias personales.

La siesta puede convertirse en una práctica muy productiva en tu rutina diaria.