Trabajar desde el hogar, o como suelen llamarlo “home office”, ofrece oportunidades valiosas, pero, ¿conocés sus obstáculos y cómo superarlos?
En los últimos años, el trabajo home office creció significativamente, brindando la oportunidad del desarrollo profesional desde la comodidad del hogar.
Sin embargo, esta flexibilidad tiene su cara oscura: el desafío de abordarlo con equilibrio y evitar que el trabajo absorba todas las áreas de la vida.
Por eso, en este artículo queremos compartirte sobre:
- Home Office y la tentación de trabajar en la cama
- Recomendaciones para un Home Office saludable
- Conclusiones

Home Office y la tentación de trabajar en la cama
Por supuesto que trabajar home office tiene increíbles ventajas. De otra forma, no sería la modalidad predilecta desde la pandemia.
Todos coincidimos sobre el gran beneficio que significa el ahorro de dinero y tiempo por no tener que trasladarte hacia la oficina.
También en la flexibilidad de horarios que ayuda a adaptar el trabajo a la rutina familiar.
Por último, pero no menos importante, la posibilidad de trabajar en un entorno cómodo, personalizado y sin roces de convivencia.
Ahora, todo esto puede verse opacado si no tenés hábitos saludables. Por ejemplo, la tentación, y sobre todo en invierno, de trabajar desde la cama.
Si bien a simple vista puede parecerte un privilegio de pocos, la realidad es que tiene consecuencias negativas en el rendimiento laboral y bienestar personal.
Algunos problemas de trabajar en la cama son:
- Falta de concentración: La comodidad o falta de comodidad por estar acostado o sentado en la cama, puede provocarte distracción y falta de enfoque.
- Mala postura: Trabajar acostado o mal sentado puede generarte dolores musculares, de espalda y cuello.
- Problemas de sueño: Cuando utilizás la cama como espacio de trabajo, tu mente empieza a asociarla con responsabilidades, afectando tu capacidad para relajarte y conciliar el descanso.
En definitiva, la falta de concentración, la mala postura y los problemas de sueño impactan negativamente en tu rendimiento laboral y tu bienestar personal, tanto física como mentalmente.
Por eso, aunque pueda ser muy tentador trabajar arriba del sommier, nuestro consejo es que aprovechés los beneficios del home office al máximo evitando aquellas prácticas que puedan obstaculizar tu productividad y salud.
Recomendaciones para un Home Office saludable

Ahora que sabés las dificultades que puede traer trabajar desde la cama, queremos compartirte algunas recomendaciones para que logrés un home office saludable.
Algunos de los tips que puntualizamos, pueden ser aplicados en cualquier modalidad de trabajo, ya sea híbrido o presencial.
1. Crear un espacio de trabajo home office
Como dijimos anteriormente, el entorno de trabajo influye directamente en tu concentración, enfoque, rendimiento y calidad en la ejecución de tareas.
Por esa razón, es crucial que designes una habitación o rincón de la casa exclusivamente para el ámbito laboral.
Algunas recomendaciones para crear un espacio de trabajo adecuado son:
- Elegí un lugar tranquilo, lejos de ruidos o distracciones. De ser posible, que sea una habitación separada.
- Organizá el espacio de manera que sepas dónde se encuentra cada elemento y que te sea sencillo acomodar y limpiar.
- Buscá buena iluminación natural y asegurate que las lámparas y luces no generen sombras incómodas.
- Invertí en una buena silla, cómoda y ergonómica, que se ajuste a tu altura y permita que tus pies se apoyen en el suelo.
- Asegurate de que el lugar tenga buena conexión a Internet para evitar interrupciones y retrasos.
- Decorá el lugar con elementos personales que te inspiren y motiven a trabajar, puede ser con plantas, fotos o frases.
Te aseguramos que estos sencillos puntos te ayudarán a lograr mayor productividad laboral y equilibrio mental y físico.
2. Establecer una rutina de trabajo
Tener una rutina de descanso y trabajo es fundamental para organizar tu mente y establecer una estructura de actividades diarias.
También te ayuda a mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, evitando la tendencia de trabajar en exceso.
Nuestras recomendaciones para que logrés crear una rutina de trabajo y descanso son:
- Definir horarios fijos y regulares para comenzar y finalizar la jornada laboral.
- Mantener los horarios establecidos, aunque te cueste y te de ansiedad dejar algo pendiente.
- Comunicar a familiares, amigos, colegas y jefes los límites del horario que estableciste para trabajar.
- Organizar las tareas realizando una lista de prioridades y asignándoles bloques de tiempo.
- Incluir recreos programados a lo largo de la jornada.
- Establecer actividades antes de comenzar la rutina laboral y luego de terminar el horario de trabajo.
Lo bueno de tener una rutina flexible es que en circunstancias inesperadas podés adaptarla.
Sin embargo, no abuses de esa disponibilidad e intentá cumplir con los horarios establecidos lo más posible.
3. Cuidar tu postura y visión
Otra recomendación elemental que aplica para cualquier trabajo de oficina, es el cuidado de la postura y visión.
Cuando pasás mucho tiempo sentado frente a la computadora, corrés el riesgo de sentir malestares y contracturas en la espalda, cuello y hombro.
Además, la vista fija en la pantalla provoca fatiga ocular y puede hacerte lagrimear o arder los ojos.
Para evitar estos inconvenientes te recomendamos:
- Setarte con la espalda recta y los hombros relajados.
- No te encorves o inclines hacia adelante.
- Podés utilizar un almohadón para mantener la curva natural de la parte baja de la espalda.
- Colocá la pantalla a la altura de los ojos para evitar estirar el cuello hacia arriba o hacia abajo.
- Descansá con ejercicios de estiramiento de cuerpo de manera regular.
- Separá la mirada de la pantalla cada 30 minutos para relajar la visión.
- No te olvidés de parpadear para mantener los ojos hidratados.
- Ajustá el brillo y contraste de la pantalla.
Estas simples recomendaciones pueden ayudarte a sentirte mejor durante y después de tu jornada laboral.
4. Mantener buena comunicación con tu equipo
Trabajar desde casa puede traerte sensación de aislamiento y desconexión. Todos necesitamos la interacción cara a cara y los espacios informales de conversación.
Esa necesidad puede desmotivarte y afectar tu sentido de pertenencia y productividad laboral.
Una forma de vencer esta situación es manteniendo una comunicación fluida y genuina con tus colegas y equipo.
Animate a conversar sobre temas que no tengan que ver con el trabajo: familia, chistes y experiencias de fin de semana.
Para que este tipo de comunicación sea efectiva, necesitás establecer los canales adecuados. Podés probar haciendo un “café virtual semanal” o abriendo un grupo de whatsapp.
Lo importante es que existan espacios de interacción social para compartir noticias, momentos personales y sentido de comunidad.
Conclusiones
Trabajar home office ofrece muchas ventajas como poder adaptar el horario laboral a la rutina familiar.
Sin embargo, también tiene su contracara y es el riesgo de caer en improductividad a causa de la fatiga por falta de desconexión.
Para poder aprovechar al máximo la modalidad home office, te recomendamos:
- Crear un espacio apropiado de trabajo
- Establecer una rutina de trabajo y descanso
- Cuidar tu postura y visión
- Mantener buena comunicación con tu equipo
Cualquiera sea la modalidad de trabajo en que te encontrés, si aplicás estos tips lograrás alcanzar un mayor rendimiento laboral y un mejor bienestar físico y mental.
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