tecnica para dormir bien a un bebe

Técnica para hacer dormir bien a un bebé

Dormir bien

Cuando al bebé de la casa le cuesta dormir bien, el resto de la familia (sobre todo papá y mamá) se ven afectados en su descanso y rendimiento. Conocer algunos secretos sobre el desarrollo y el sueño en los niños pueden ayudarte a alcanzar la tregua que necesita el hogar, por eso acá te brindamos las técnicas para dormir bien a un bebe.

Posiblemente, uno de los mayores desafíos que tiene un hogar integrado por un bebé pequeño es poder dormir bien.

Junto a la alegría que trae la llegada de un nuevo integrante a la familia, viene un tiempo de descubrimiento entre bebé, mamá, papá y hermanos; autoconocimiento de los nuevos roles; y la adaptación de un nuevo ritmo en la rutina de la vida familiar. 

En el mejor de los casos, estos procesos serán acompañados armoniosamente. En otros, puede llegar a producir caos y desaliento. 

El descanso de todos los integrantes del grupo familiar, será un factor primordial para que los cambios puedan ser aceptados de la mejor manera, con entusiasmo, buen ánimo y disfrutando de cada etapa.

Pero cuando al bebé le cuesta dormir bien (ya sea por que llora si se le pone en la cuna, se levanta varias veces durante la noche o llora sin parar) todo se hace cuesta arriba. 

En principio, porque al otro día todos los miembros de la casa se encuentran de mal humor e irritables. Pero también por el desánimo de no saber cómo resolver la situación a pesar de querer escapar de ella.

Por más difícil que parezca, es posible cambiar ese escenario conociendo a tu bebé y empleando algunas técnicas que le faciliten un mejor y prolongado descanso.

En esta nota te compartimos sobre:

  • ¿Por qué los bebés no pueden dormir bien durante la noche?
  • Horas de sueño de un bebé según su edad
  • Técnica para hacer dormir bien a un bebé
  • Errores comunes de padres bien intencionados
  • Conclusiones
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Dormir bien a un bebé ¿Por qué cuesta tanto?

Para un adulto, dormir bien significa descansar siete u ocho horas de corrido durante la noche. Pero para un bebé recién nacido, eso mismo resulta improbable.

Lo normal en un bebé recién nacido es que se levante, por lo menos, una o más veces en medio de la noche. Existe dos razones que lo explican:  

  1. No tiene desarrollado el ritmo circadiano

Un bebé recién nacido, y hasta los tres meses, no tiene la capacidad de sincronizar sus horas de alimentación y descanso con las horas del día y la noche. En otras palabras, no tiene noción del tiempo en ciclos de 24 horas.

  1. Su ciclo de sueño es más corto

La arquitectura del sueño de un adulto posee cinco fases que van desde el adormecimiento al sueño REM. El sueño de un bebé consta de dos fases: sueño profundo y sueño REM. Al tener un ciclo corto, dormirá de corrido menos horas.

Eso no significa que debas resignarte a dormir bien. Por el contrario, entender el sueño del infante según su etapa de desarrollo te permitirá adquirir las herramientas adecuadas para mejorar la situación.

Ante todo, tenés que saber que el descanso entrecortado será solo un periodo que, en principio, puede durar hasta tres meses después de su nacimiento.

Horas de sueño de un bebé según su edad

Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, las horas de sueño de un bebé dependerá de su etapa de desarrollo y pueden dividirse en cuatro a lo largo de sus primeros años de vida.

  • Bebé hasta 3 meses: Durante un periodo de 24 horas pueden llegar a dormir entre 14 a 17 horas, pero de manera intermitente. Se levantará con hambre cada tres o cuatro horas ya sea de día o de noche. 
  • Bebé de 4 a 7 meses: Dormirán entre 12 a 16 horas. Durante el día posiblemente haga siesta con periodos entre treinta minutos a dos horas. En la noche puede esperarse que duerma hasta nueve horas de manera continua. 
  • De 8 a 12 meses: Siguen necesitando dormir entre 12 a 16 horas. Sin embargo, puede haber un retroceso en horas de sueño nocturno a causa de la ansiedad que el bebé siente de separarse de su cuidador. 
  • De 12 meses a 3 años: Duermen entre 12 y 14 horas. Si bien es posible que duerman durante la noche, hay niños que se despiertan por ansiedad, pesadillas o simplemente ganas de estar entre papá y mamá.

Es importante tomar estos datos como promedios generales y no como un deber de sueño infranqueable. Las horas de sueño pueden variar según la personalidad del bebé, su entorno y su necesidad particular de descanso. 

Hay niños que duermen más, como también otros que requieren de menos tiempo para estar animados durante el día.

Lo significativo es que, de a poco, puedas ir conociendo a tu bebé: sus momentos de sueño, cómo lo expresa y las razones por las que se levanta. De esa manera, te será más sencillo poder ordenar el descanso del bebé y sincronizarlo con la del resto de la familia.

Técnica para hacer dormir bien a un bebé

Como hemos visto, el sueño del bebé tiene que ver con su etapa de desarrollo. 

Ninguna técnica para hacer dormir al bebé tendrá por objetivo que descanse ocho horas de corrida. La meta será que el bebé pueda dormir lo más prolongado posible durante la noche y que, de levantarse, logre volver al sueño rápidamente.

Prestar atención a la higiene del sueño para dormir bien

De la misma manera que a los adultos nos resulta mejor dormir en un lugar agradable, es fundamental que prestes atención al entorno donde acuestas al bebé para descansar.

En los primeros meses de vida de un bebé, se recomienda que duerma en la misma habitación que los padres, pero no en la misma cama. 

Cualquier sea el tipo de cuna que elijas, la posición para acostarlo será siempre boca arriba, sin ningún tipo de almohadas, muñecos o frazadas que, sin querer, puedan taparlo dificultándole su respiración.

Un buen colchón, con sábanas frescas de algodón y ropa liviana, le permitirá sentirse a gusto en su lugar de descanso. Para todos (adultos y niños), la temperatura y el confort es un factor importante para un sueño prolongado.

Crear rituales para ir a la cama

Aún cuando el bebé fuese recién nacido, es importante crear rituales que le ayuden a reconocer el momento de descanso.

Ese ritual puede ser darle un baño para que lo relaje, leerle un cuento, hacerle masajes o cantarle una canción. Los rituales deben realizarse todos los días y a la misma hora. 

Se recomienda que sean significativos, pero no extremadamente largos. 

Es posible que, siendo más grande, el niño te pida explícitamente el ritual cuando tenga sueño.

Apagar estímulos

En el lugar donde duerme el bebé, es vital que la televisión se encuentre apagada, sin música o ruidos molestos. De ser posible, que haya oscuridad total.

Algunos sugieren que el ruido blanco permite al bebé a conciliar el sueño. Hay varias apps que te ayudan a conseguirlo.

Si el niño se despierta durante la noche, intentá calmarlo sin prender la luz ni cambiarlo de habitación. Eso ayudará a que vuelva a dormirse con facilidad.

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Errores comunes de padres bien intencionados para dormir bien a un bebe

Existen algunos errores que, aunque son bien intencionados, no ayudan al bebé a retornar a su sueño durante la noche. Alguno de ellos son:

  1. No atenderlo y dejarlo llorar. Ante el llanto del bebé, siempre tenés que controlar qué le pasa: puede que llore por temperatura, por un pañal sucio o por hambre. En cualquier caso, atendé a su necesidad, calmalo y regresalo a la cuna.
  2. Si están amamantando, tomar mucho café (más de dos tasas) o mucho mate, puede influir en el sueño del bebé. Todo lo que consumas le llegará al bebé a través de la lactancia, un detalle no menor. 
  3. No percibir o desconocer las señales de sueño de un bebé. En ocasiones el bebé está despabilado porque ha pasado de largo su horario de descanso. Las señales que pueden indicarte que está listo para dormir son el bostezo, quejido y frotación de los ojos. 
  4. Impacientarse e intentar calmarlo con gritos o castigos. Un bebé no va a entender el enfado y posiblemente lo ponga más nervioso. El sueño puede enloquecerte, pedí ayuda si sentís que la situación te desborda.  

Conclusiones

El sueño del bebé puede afectar el ritmo y rutina familiar. Sin bien, muchas de sus causas tienen que ver con su etapa de desarrollo, es posible ordenarlo a través de simples prácticas.

Prestar atención a la higiene del sueño del bebé, crear rituales y apagar estímulos es fundamental para lograr el tan ansiado descanso nocturno.

No cometas el error de dejarlo llorar o impacientarte con él. Buscá resolver el problema como un adulto maduro, haciendo un esfuerzo en conocer las señales de sueño del bebé y las razones que hacen que se levante.

No te desanimes, el sueño intermitente es solo una etapa y contas con toda la fuerza y valor para superarlo.