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¿Por qué el buen descanso nos convierte en personas más felices? 

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Photo by Andrea Piacquadio on Pexels.com

Todos nos sentimos cansados y sin energía suficiente para afrontar el día cuando no dormimos bien, y eso afecta no sólo a nuestro cuerpo sino también a nuestro estado de ánimo. La cantidad de horas que dormimos es proporcional a lo felices que somos, y en este artículo te contamos el motivo.

Generalmente creemos que descansar mal o poco afecta solo a nuestro cuerpo porque nos levantamos cansados, con dolores musculares o pesadez. Pero si bien no somos conscientes de esto, dormir bien tiene beneficios no solo para nuestro cuerpo sino también para nuestra mente.

La falta de sueño genera problemas de salud, pero también de atención y de respuesta causando diversos problemas. Tan importante es dormir bien que, por ejemplo, la comisión de investigación que se ocupó de esclarecer la explosión del transbordador espacial “Challenger” llegó a la conclusión de que nunca fue una buena idea que algunos responsables de la NASA hubieran dormido solo dos horas antes del lanzamiento.

Cuando descansamos bien nuestro estado de ánimo es diferente, nos sentiremos menos estresados, con más energía y más felices. Sí, el buen descanso es sinónimo de felicidad. Ya lo decía el escritor Robert A. Heinlein: “La felicidad consiste en dormir lo suficiente”, y estaba en lo cierto.

El sueño es la medicina perfecta para lograr ese estado tan anhelado. Esto se debe a que cuando nos relajamos, nos olvidamos por un momento de las preocupaciones y pensamos con claridad. Esa sensación de plenitud es la felicidad.

Además, el cuerpo y la mente están totalmente relacionados por lo que si el cuerpo está sano la mente también lo estará, y viceversa.

Imaginen el nivel de felicidad que produce el buen descanso que un estudio realizado por científicos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) comprobó que dormir bien genera la misma sensación que ganar la lotería.

Llegaron a esta conclusión a través del análisis de la cantidad y de la calidad del sueño y del uso de medicación para dormir. Cuanto mejor era el sueño y menos medicación se utilizaba para descansar, mayor era el nivel de bienestar y de felicidad.

Es decir que si logramos un sueño profundo y dormimos las horas recomendadas (entre 6 y 8 horas) y evitamos los medicamentos e incorporamos prácticas naturales para dormir, más cerca vamos a estar de sentirnos tan felices como si hubiéramos ganado la lotería.

¿Qué relación tienen el buen descanso y la felicidad?

Cuando tenemos una buena noche, en la que pudimos dormir de corrido y sin ningún tipo de interrupciones por lo que nos rodea o por estrés al otro día nos sentimos aptos para enfrentar lo que nos espera.

Estamos más despiertos, atentos y con más capacidad de respuesta a la hora de resolver las dificultades laborales o personales que se presenten. Esto hace que estemos más seguros, confiados y por lo tanto más felices.

Está confirmado por la ciencia que la felicidad se relaciona directamente con el buen descanso y estas son las razones:

1.   Ayuda a olvidar: cuando dormimos nuestro cuerpo libera sustancias químicas que ayudan a olvidar y a hacer más livianas las preocupaciones y los malos recuerdos o pensamientos.

2.    Reduce el estrés: dormir libera nuestra mente y baja las tensiones. Cuando nos sentimos estresados y de mal humor, descansar es lo mejor que podemos hacer.

3.    Mayor tono vital: cuando dormimos bien nuestro ánimo mejora notablemente, nos sentimos más seguros, confiados y capaces de enfrentar cualquier desafío. Esto se refleja en nuestra cara y en la forma en la que nos movemos por la vida.

4.    Controla el hambre: dormir poco no sólo afecta nuestra salud también afecta a las hormonas del apetito y hace que tengamos más hambre y por lo tanto comamos en exceso. Al comer de más o alimentos que no son saludables nuestro peso corporal se verá perjudicado.

5.    Verse más atractivos:  según un estudio publicado en la revista British Medical Journal, las personas que duermen bien durante la noche resultan más atractivas que las personas que no han descansado debido a que su piel y su ánimo se ven con más vitalidad y saludables.

6.    Mejora el sistema cardiovascular: según un estudio publicado en la revista International Journal of Behavioral Medicine cuando dormimos, sobre todo la siesta, la presión arterial se mantiene más baja y los problemas de hipertensión se reducen.

7.    Mantener la concentración: el buen descanso hace que nuestra mente se despeje y estemos atentos y más concentrados por lo que vamos a ser productivos y a hacer mejor las cosas durante el día.  

8.    Fija los conceptos aprendidos: todo lo aprendido en el día se fija durante el sueño. Es por esto que los especialistas recomiendan dormir lo suficiente antes de realizar un examen o dar una exposición.

9.    Favorece la sexualidad: no dormir lo suficiente puede afectar el atractivo propio de las personas y su deseo sexual. Por eso es necesario descansar bien para vivir una sexualidad plena.

El sueño de los niños y la felicidad de sus padres

Establecer una hora para dormir no solo ayuda a los niños en su descanso y crecimiento también favorece a sus padres. Las madres y los padres que acostumbran a sus hijos a acostarse temprano son más felices.

Esto se comprobó en un estudio realizado en Australia en el que se monitorearon a miles de niños y sus familias durante unos diez años a través de una serie de entrevistas para evaluar su salud mental general y sus hábitos relacionados con el sueño.

Los resultados de la encuesta mostraron que los niños que se iban a dormir a las 20:30 presentaban una mejor salud y se veía favorecida su calidad de vida. Además, los niños que se acuestan primero duermen más y en general, necesitan muchas horas de sueño (entre 10 y 12 horas cuando son más pequeños y 9 cuando son más grandes).

Pero no solo eso, también se demostró que las madres y los padres de estos niños obtenían los mismos beneficios.

El hecho de que los padres se sientan mejor se debe a que si sus hijos se acuestan temprano ellos pueden irse a la cama a una hora adecuada, tienen más tiempo para descansar o para dedicarse a sí mismos.

Dicho esto, lo ideal sería entonces que tanto los niños como los padres se acuesten temprano para mejorar su estado de ánimo y calidad de vida. Pero, en muchos casos, los padres se enfrentan a un problema que evita que sus hijos se duerman a la hora adecuada: los aparatos electrónicos.

Según un estudio de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, darles aparatos tecnológicos a nuestros hijos antes de acostarse puede ser muy perjudicial. No sólo afecta la calidad del sueño de los niños sino también su estabilidad psicológica, su vida social y el correcto desarrollo cognitivo por lo tanto su rendimiento académico.

Los aparatos electrónicos como celulares, tablets o notebooks por la pantalla azul que poseen afectan la liberación de melatonina, la sustancia encargada de regular los ciclos del sueño. Esto hace que los niños no se puedan dormir si los utilizan antes de acostarse o ya en la cama y que al otro día se sientan cansados.

Por eso se recomienda que para que los niños puedan dormir bien los padres les expliquen que no deben usar esos dispositivos antes de dormir y el por qué, establecer horas para usarlos y al momento de acostarse sacarlos de la habitación para evitar que si se despiertan durante la noche vayan a buscarlos.

De este modo podremos garantizar un mayor descanso a toda la familia.

Respetar el buen descanso para ser felices

Tener un sueño reparador y profundo es muy importante, aunque a veces se nos pasan los días sin darle el lugar que merece. Es imprescindible darnos el tiempo para relajarnos y descansar, así como establecemos horarios para nuestras actividades diarias deberíamos hacerlo con las horas de sueño.

Si logramos tener un sueño profundo y reparador nos sentiremos mejor al otro día, con energía y concentrados para enfrentar la jornada. Debemos recordar que el buen descanso favorece nuestro estado de ánimo y nuestra salud.

Muchas personas tienen dificultades para dormir bien toda la noche sin interrupciones. Para lograr un descanso profundo se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

1. Cuidar la alimentación: Cená liviano antes de irte a la cama ya que si comés de manera abundante una digestión pesada podría desvelarte.

2. Hacer ejercicio durante el día: es importante que tus músculos se muevan, aunque eso sí, el ejercicio debe hacerse por lo menos hasta unas cuatro horas antes de irte a dormir, nunca después, o estarás con demasiada energía para conciliar el sueño.

3. Evitar los dispositivos electrónicos: la luz azul de las pantallas de celulares, tablets o notebooks puede confundir a tu cerebro y hacer que no puedas dormir. Se recomienda sustituirlos por un libro.

4. Dormir sobre el colchón correcto y con la almohada adecuada: tanto el colchón como la almohada cumplen un rol fundamental en el descanso, ya que si estamos cómodos podrás dormir sin interrupciones y levantarte mejor al otro día.

5. Mantener una rutina del sueño: ve a dormir y levántate siempre a la misma hora, esto hace que el cuerpo se acostumbre a conciliar el sueño en una hora determinada.

Tener en cuenta estos consejos, te ayudará a dormir mejor. Recordá que el buen descanso no solo ayuda a tu salud también, y no menos importante, te hace feliz. Así que… ¡a descansar y disfrutar de la vida! 

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