¿Sos del grupo de personas que sufrió COVID-19 y ahora tiene afectaciones posteriores? Sí, esto está pasando. Si bien, la mayoría de las personas se recuperan de la enfermedad sin ningún tipo de novedad, hay quienes están presentando una amplia gama de problemas con afectaciones de salud que le impiden al cuerpo estar al 100% de su funcionalidad.
De acuerdo con un estudio del British Medical Journal estas son solo algunas de las zonas donde puede manifestarse el síndrome post COVID-19:
- Pulmones
- Disnea.
- Dolor de pecho.
- Tos seca.
- Páncreas
- Pancreatitis
- Daño pancreático
- Riñones
- Lesión renal aguda.
- Deterioro de la función renal.
- Cerebro (daños neurológicos)
- Dolor de cabeza.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Niebla mental.
- Fatiga.
- Trastornos de sueño (insomnio).
Este último punto hay que destacar porque un buen descanso permite estar más activos, concentrados y con más energías para disfrutar el día, esto favorece el desarrollo personal, mejora las relaciones interpersonales y contribuye a la felicidad.
La pandemia llegó para modificar gran parte de nuestras rutinas diarias, esto es muy cierto; por lo que es momento de pensar qué hacer para evitar problemas al tomar un buen descanso. Pensá en mecanismos que fortalezcan tu cuerpo y evitá las repercusiones que trae; por ejemplo, no conciliar correctamente el sueño.

¿Qué pasa si duermo mal?
El sueño es una de las funciones naturales del cuerpo de mayor sensibilidad porque afecta las condiciones físicas y mentales. Hay quienes ven alteradas sus emociones por no tener el descanso esperado y si a eso ahora le sumamos todos los cambios que, abruptamente estamos transitando, más difícil será dormir y en consecuencia, el cansancio hará estragos.
Pero para que tengas una idea más clara de lo que causa no cumplir con una jornada de descanso saludable, el cuerpo comienza a presentar:
- Cansancio.
- Fallas en la memoria y razonamiento.
- Mal humor.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Bajo rendimiento laboral.
Privarte del sueño puede también ocasionar accidentes de tráfico, domésticos y laborales ¿Sabías que 7 de cada 10 argentinos ahora tiene dificultades para dormir? La Universidad Siglo 21 publicó un informe donde asegura que el 65% de la población del país tiene problemas para conciliar el sueño.
Así que la llegada de la COVID-19 al panorama mundial ha arrojado efectos adversos no solo en el ámbito social sino también en la salud. Dormir, para muchos, se ha vuelto cuesta arriba, ya sea por la ansiedad, el estrés, las jornadas de trabajo extensa, teletrabajo, presencialidad, la casa, los niños, el colegio, las tareas, el mantenimiento… En fin, son muchas cosas las que ahora le dan la bienvenida al insomnio.
¿Por qué es importante dormir bien?
Ya sabemos, entonces, que dormir mal es crítico para el bienestar mental, físico y emocional:
- A nivel físico el cuerpo se renueva durante el sueño no solo son las uñas, células de la piel y cabello sino también el sistema inmunológico del cuerpo incrementa, lo que ayuda considerablemente después del COVID-19 porque nuestro cerebro elimina toxinas.
- La mayoría de estas actividades naturales ocurren mientras estamos en ese estadio, así que un descanso insuficiente hace que nuestro organismo no sea tan eficaz y ocurre que el cuerpo está más latente a enfermedades, lesiones y malestar general.
- Cuando nuestro cuerpo está en reposo nuestro cerebro almacena recuerdos de lo aprendido durante el día, guarda información para recordar más tarde y procesa los impactos emocionales para que así sean más fáciles de ejecutar. La falta de sueño hace que se pierda el 40% del conocimiento recibido el día anterior.
- El cerebro cuando descansa las horas adecuadas se somete a un procesamiento de información y permite resolver mejor los problemas que se presenten, tomar acertadas decisiones, trabajar con ánimo la jornada completa, te mantiene motivado.
Así que el sueño resulta estimulador, poderoso y potente para sentir un buen estado de salud y mejorar otras zonas de tu cuerpo que se vean afectadas por el virus que atravesaste.
Consejos que te ayudarán a conciliar el sueño
La Fundación Sleep Health dio a conocer una lista de consejos para regresar a tus jornadas de descanso saludables.
- Establecé horarios de sueño regular
La idea es que te acuestes y levantes cada día a la misma hora, con esto evitas estar en la cama fuera de los períodos de sueño. Recordá que es muy importante irte a la cama cuando tengas sueño, en lugar de quedarte dormido viendo la televisión y en un horario que no sueles hacerlo porque será más difícil dormirse de vuelta.
- Pasá la cantidad adecuada en la cama
Cada persona requiere cierto número de horas para descansar bien. Los adultos, por ejemplo, necesitan entre siete y ocho horas cada noche, algunos más y otros menos, pero en líneas generales es así. Suele suceder que las personas que duermen mal suelen pasar en la cama más de ocho horas lo que genera que el sueño se fragmente. Limita el tiempo a 8.5 horas. Si a menudo tardas en conciliar, duerme más tarde, pero cumple con una buena jornada.
- Mantén una alimentación saludable y en horario regular.
Es necesario que mantengas la distribución de tus comidas diarias, sobre todo a la misma hora. No es recomendable comer ni beber grandes cantidades tres horas antes del horario establecido para irte a la cama ya que, en muchos casos, suelen interferir en el sueño. Además, es importante que se mantengan alejadas las bebidas alcohólicas o sustancias estimulantes como el café o el chocolate ya que estos también alteran la estructura del sueño y merman su calidad.
- Haz una rutina de actividades
Realizá esquemas en casa para distribuir el día. Creá bloques de trabajo, para ocuparte de todas las tareas del hogar y llevar jornada que no afecte y produzca estrés.
- Realizá ejercicio físico
Hacer ejercicios y mantenerse activo durante unos 30 o 40 minutos todos los días fortalece el organismo. Se debe evitar realizarlas dos o tres horas antes del horario que hayas fijado para dormir porque estar en movimiento genera un efecto excitante que se calma un par de horas más.
- Buscá la luz solar
Los efectos de tomar sol, principalmente a primera hora de la mañana, es terapéutico porque la luz solar es capaz de destruir microorganismos patógenos, aumenta la circulación sanguínea, regula el sistema nervioso central, mejora la depresión, el agotamiento, desintoxica el cuerpo y aumenta la hemoglobina. Si estás en casa procura salir por las mañanas antes de la jornada laboral para estar listo para asumir compromisos.
- Evitá las siestas largas durante el día
Si bien tomar una siesta por las tardes aporta beneficios cardiovasculares y mentales que están demostrados, estos no deben excederse para que no sea difícil dormir por la noche. Si necesitas hacerlas, procurá que no sean superiores a 20-30 minutos y que el intervalo de finalización de la siesta y el horario de ir a dormir sea de, al menos, unas siete horas.
- Intentá consumir menos dispositivos electrónicos antes de ir a la cama
Estamos en tiempos donde la inmediatez y la tecnología cada día nos arropa más, la creación de nuevas formas de comunicación está supeditadas a dispositivos electrónicos que afectan nuestra salud, aumentando la distracción, preocupación y así la dificultad para conciliar el sueño. Intentá seguir un plan relajante como la lectura, música o una ducha relajante.
- Relájate antes de acostarte
Los expertos aseguran que tener un lugar para amortiguar su día y reposar sobre la jornada y la alimentación es ideal para descansar bien. Recuerda que la idea no es llegar a la cama para entretenerse. Usá ese lugar para repasar las acciones del día y prepararte para mañana. Eso sí, tratá de no usar pantallas electrónicas que impidan la relajación. Una técnica recomendable es la meditación.
- Visitá a un médico si la falta de sueño se mantiene
Si todas estas recomendaciones no sirven para darle el descanso ideal a tu cuerpo o si el insomnio persiste por más horas de lo habitual, lo mejor es evaluar el tratamiento de recuperación que se recetó luego del COVID-19. No te automediques, no es recomendable tomar tranquilizantes o somníferos para mejorar ya que no podría hacer bien a tu salud.

¿Hay programas de recuperación post COVID-19?
La respuesta es sí. En Argentina; por ejemplo, la Fundación Favaloro cuenta con un programa de atención integral post COVID19, el jefe del departamento de Medicina Interna, Enrique Baldessari, comentó para el diario La Nación que existe tres grupos de atención:
- COVID-19 agudo: signos y síntomas que duran hasta cuatro semanas.
- COVID-19 asintomático persistente o subagudo: signos y síntomas que duran entre 4 y 12 semanas.
- Síndrome post COVID19 o crónico: signos y síntomas que se desarrollan durante o después del COVID-19 que duran 12 semanas y que no corresponden a otro diagnóstico alternativo.
Los controles médicos estandarizados ayudarán a los pacientes que tuvieron COVID-19 a lograr una recuperación más estable. Especialistas recomiendan estar atentos al estado de salud en general y hacer consultas médicas constantes para ver cómo sigue reaccionando el organismo.
Si te interesa qué puedes hacer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una guía para el cuidado posterior de pacientes graves ya que así se reducen las alertas tempranas a enfermedades graves y los riesgos.
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