La pandemia hizo más ruidosos los pequeños detalles y más presente el deseo de cada ser humano en esta Tierra. Los consumidores están cada vez más atentos a lo que sucede con los productos que adquieren, a los procesos de fabricación y a lo que brindan. Así, los colchones naturales y orgánicos están ganando cada vez más adeptos.
Se cree que empezó la era de lo customizable. Un producto base pero hecho a la medida de cada consumidor. Algunas marcas de ropa ya presentaron productos que pueden ser personalizados por cada consumidor. Así, unas zapatillas pueden tener los colores que cada uno desee. O una remera, el diseño que se elija.
Pero también empezó la era de la concientización sobre la salud. En esta revolución muchas marcas empezaron a pensar en producción de triple impacto. Una producción que contempla tanto al medio ambiente como al consumidor. Y, en la que los componentes del producto pueden reciclarse y volver a utilizarse.
Esta decisión llegó al mundo del dormir y así surgieron los colchones naturales y orgánicos que tanta popularidad están ganando. Son los más buscados por las personas que duermen de espaldas o boca abajo, con el estómago sobre el colchón. También, para las personas que quieren un colchón firme pero que sea sensible a sus cuerpos.
Orgánico suele asociarse a vegetariano o vegano, a una moda en la alimentación y en la forma de vestir, a un estilo de vida caro. Pero nada más lejos que eso. Lo orgánico y sustentable hoy es una forma de vida cada vez más accesible y más frecuente en la sociedad. Tiene muchos beneficios para la salud y alcanza también a la hora de dormir. Se trata de cómo vive la vida la persona que adhiere a ese estilo.
Tal es así que ahora hay mucha más variedad de la que había hace 5 años, por ejemplo. Y cada vez hay más productores que adoptan una forma de producción más limpia, libre de químicos innecesarios y favorable con el medio ambiente.

Cómo es un colchón orgánico
Por la forma y diseño es muy poco probable que puedas distinguir entre un colchón regular y uno orgánico. Por fuera no cambian mucho porque las medidas de las camas son un estándar que garantizan que entren en cualquier habitación. Lo que cambia es el proceso de fabricación y los materiales utilizados.
Se trata de colchones fabricados sin productos químicos nocivos, sin plásticos y si, además, son veganos, no están compuestos por ningún producto animal o sus derivados. Son materiales hipoalergénicos, aptos para todas las edades y todo tipo de personas. Como ayudan a combatir los ácaros de polvo ayudan en casos de problemas respiratorios y, al tener propiedades microbianas no se convierten en un reservorio de bacterias. No desprenden ningún tipo de olor.
Si bien suelen ser más caros son accesibles. Están hechos a mano, muchas veces con acero templado en bobinas individuales que se envuelven y que se disponen de manera tal que alivian los puntos de presión del cuerpo, distribuyen el peso de los durmientes mejor y, si un miembro de la pareja se mueve, el otro no lo sentirá.
Los materiales con los que suelen estar compuestos pueden ser orgánicos por un lado y naturales por el otro. No todos son orgánicos. Pueden tener látex Dunlop orgánico o espuma de látex natural, acero reciclado, lana y algodón orgánicos. Si son para veganos, la lana se reemplaza por más algodón. Algunos colchones regulares, de todas maneras, cuentan también con espuma de látex natural en combinación con la sintética.
El látex orgánico ayuda a combatir los ácaros de polvo y no promueve ni el moho ni las bacterias. Tanto el algodón como la lana son cultivados sin fertilizantes o pesticidas y surgen de plantas no modificadas genéticamente ni tratadas con químicos ni siquiera cuando aún son semillas. El mejor es el algodón orgánico crudo, para el que no se usan blanqueadores.
La lana al ser de origen animal no es utilizada en los colchones veganos. Es una materia prima que ayuda a mantener fresco el cuerpo porque extrae la humedad gracias a la lalonina. Es antimicrobiana pero, dependiendo de la marca y de las instrucciones, a veces, requiere mantenimiento. Por sus características, no acumula ácaros de polvo y es una barrera contra el fuego.
Aunque la lana se utiliza para cubrir la espuma de látex y luego se envuelve en algodón orgánico, hay que tener cuidado con las personas que pueden ser alérgicas.
Son colchones firmes,esponjosos y más sensibles que los de espuma viscoelástica. No se adapta al cuerpo ni se acomoda al movimiento pero le proporcionan puntos de apoyo firmes, especialmente en la parte del torso. Por eso, son ideales para personas con mayor peso corporal. El apoyo lumbar que brindan asegura un muy buen descanso aunque cueste acostumbrarse a su firmeza.
Sin embargo, para las personas que duermen de lado en algunas versiones de estos colchones pueden no encontrar buen apoyo para caderas y hombros pero sí para la parte inferior de la espalda. Depende de la marca, hay colchones orgánicos y naturales ideales para los que duermen boca arriba o boca abajo, para los que duermen de lado y para los que duermen en forma combinada. De la versión dependerá la comodidad.
A diferencia de los de espuma viscoelástica, en este tipo de colchones es muy fácil cambiar de posición sin molestar a la pareja. Es un colchón que no ofrece resistencia porque no envuelve al cuerpo como los colchones realizados con espuma viscoelástica.

Certificaciones y más
Respecto a los colchones convencionales, son un poco más caros pero se trata de camas seguras y ecológicas. Para los que se preocupan por su salud, para los que llevan un estilo de vida que busca no dañar tanto el medio ambiente, son ideales. Y, casi siempre pueden conseguirse buenas ofertas en temporadas de rebajas.
Son colchones certificados no solo por la entidad que regula los controles de producción de cada país sino además por GOTS (Global Organic Textile Standard), una entidad independiente de responsabilidad ecológica y social a nivel mundial. Y, por GOLS, las normas de látex orgánico global.
Las certificaciones aseguran que las empresas fabricantes y, por lo tanto, el producto en sí mismo, cumple con las normas establecidas para la elaboración de productos ecológicos y orgánicos. Entre otras cosas, establecen que no contengan productos químicos, a base de petróleo, toxinas o sustancias perjudiciales para la salud.
Son certificados que tienen un costo para las empresas pero que le suelen asegurar al consumidor los estándares de calidad con los que se fabrican los productos que eligen. Por eso, hay certificaciones internacionales y en cada país.
Por qué se eligen
Uno de los factores es la temperatura. La espuma de látex, el algodón y la lana son materiales que mantienen al colchón fresco. Como no retienen calor y son transpirables, las personas que duerman en ellos pueden sentir su frescura.
Son colchones firmes, que suprimen el movimiento, lo amortiguan de modo tal que si duermes con tu mascota o con tu pareja no sentirás sus movimientos. Si buscas un colchón suave y blando no es el caso pero es necesario tener en cuenta que cuanto más firme sea, mejor se apoya la columna.
Por otra parte, son colchones sólidos, cuyos bordes perimetrales no se vienen abajo. Seguro alguna vez dormiste en un colchón que parecía envolverte y que era o muy antiguo o estaba muy gastado. Estos colchones tienen bordes muy resistentes por lo que no te verás atrapado en el medio de la cama a mitad de la noche.
Y, lo más importante es que no desprenden materiales tóxicos perjudiciales para la salud. No emiten gases ni olores y no tienen petróleo en su composición. Por eso, son cada vez más las personas que eligen este tipo de colchones para todas las edades. Desde colchones para cunas hasta camas king size. Son camas seguras para el cuerpo y para la salud, que respetan el medio ambiente.
Siempre es difícil tener muchas opciones a la hora de elegir porque decidirse no es una tarea fácil. Este tipo de colchones ha ganado popularidad tanto entre los que llevan un estilo de vida más en consonancia con el medio ambiente como los que lo intentan. Pero, también por aquellos a los que no les preocupa.
Al ser colchones más firmes que los regulares y con materiales más frescos resultan una opción interesante para las personas con problemas lumbares o cervicales. Y, para las que sufren mucho el calor tanto en invierno como en verano. Si bien depende también de las sábanas y edredones, apoyar el cuerpo en una superficie fresca puede marcar la diferencia.
Hay marcas de colchones orgánicos y naturales que ofrecen un tiempo de prueba para los que aún están indecisos. De todas maneras, para decidir su compra también pueden consultarse foros en los que opinen distintos usuarios de estos colchones. El punto a favor es el cuidado de la salud y del medio ambiente, el punto en contra puede ser su firmeza.
Si han ganado tanta popularidad y es hora de que elijas tu nuevo colchón, vale preguntarse qué es lo que los hace tan interesantes. Y, por qué son una opción que ha ganado tanta popularidad y tantos adeptos en el último año. Algunos cambios pueden ser para bien y pueden ser disfrutados por todos.
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