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¿Cómo sé si un colchón es bueno?

Dormir bien

Claves para comprar la cama ideal y disfrutar de un descanso soñado.

El descanso es la espina dorsal de la buena salud. Los problemas de sueño terminan por afectar todas las áreas de la vida porque dormir es, junto con comer e hidratarse, el combustible que el cuerpo necesita para funcionar equilibradamente.

Por eso, es vital darle al descanso la atención que se merece y hacer todo lo posible para que las noches sean siempre de relajación y confort. Con esa premisa, el colchón cumple un rol fundamental para tener un estilo de vida saludable y provechoso.

Algo que necesitás saber es que la vida promedio de un colchón no supera los diez años. Si el tuyo ya lleva más de una década acompañándote, es hora de que lo reemplaces por otro modelo. Por más que te sientas cómodo utilizándolo y creas que “todavía sirve”, uno nuevo va a hacer maravillas por tu postura y tu humor.

Además, los colchones van acumulando ácaros y suciedad. Aunque lo limpies periódicamente, esto termina por corroer las telas y materiales con los que está construido. Una cama nueva, con tecnologías actuales aplicadas a la correcta circulación del aire, se sentirá mucho más fresca y tendrá un impacto positivo en tu piel, respiración y alergias.

Ahora bien, ¿Qué tipo de colchón elegir? ¿Cuál es la opción más adecuada? ¿Qué características tiene que tener? Con tanta oferta en el mercado, es fácil perderse entre las opciones disponibles. Además, existen un par de conceptos errados sobre la calidad de las camas y los cuidados que necesitan para durar más tiempo en perfectas condiciones.

El valor no siempre es sinónimo de calidad. En realidad, lo más importante es que elijas tu próximo colchón en base a tus necesidades. Por eso, es importante que conozcas cuáles son los detalles a tener en cuenta antes de pensar en el diseño, el modelo o los colores.

cual es el mejor colchon

Peso y soporte

Cada modelo de cama tiene que tener un soporte establecido, el indicado por los especialistas para el apoyo correcto de la columna. A partir de allí puede ser más blando o más duro, dependiendo de las preferencias del usuario. 

Por otro lado, cada colchón está diseñado para sostener una cantidad de peso total. Superada esa cantidad puede doblarse, ahuecarse o romperse. Ya sea que duermas solo o en pareja, consultá siempre cuál es el límite de peso recomendado, para asegurarte de que tu cama se mantenga funcional con el correr de los años.

Tamaño

La altura de las personas que van a utilizar el colchón también es un dato necesario. El cuerpo necesita estar completamente extendido sobre la cama, brazos y piernas incluidos. Si tus pies están colgando del borde, puede traerte contracturas, dolores musculares y entumecimiento. Por eso al elegir un colchón nuevo, fijate que quede un buen espacio de sobra hacia el final de la cama.

Lo mismo tiene que suceder hacia los costados: en lo posible tus brazos -y los de tu pareja si dormís acompañado- tienen que tener el lugar suficiente para quedar suavemente apoyados. Si están probando un colchón juntos y ambos entran cómodamente sin tener que doblar los brazos o apoyarlos encima del cuerpo, entonces tiene la medida conveniente.

Adaptabilidad

Testear la adaptabilidad de un colchón significa comprobar cuánto se ajusta a tu cuerpo y a la posición en la que dormís normalmente. Tiene que seguir brindándote el soporte justo, pero permitir tus movimientos y posturas con comodidad. 

Por eso, se indican distintos tipos de colchones dependiendo la forma de dormir de cada persona. Por lo general, aquellos que duermen boca arriba pueden precisar una superficie más firme, que les brinde sensación de sostén.

Los que duermen de costado, con las piernas estiradas o en posición fetal, sentirán más confort con un colchón un poco más blando, que se hunda suavemente en los brazos y las caderas, rodeando el cuerpo con suavidad. Esto ayuda a que los puntos de presión se aligeren, evitando la sobrecarga en esas áreas particulares.

Lo mismo se recomienda para quienes duermen boca abajo, aunque esta postura es muy contraproducente para el sueño saludable. El cuello y la espalda se encuentran tensionados, justo en el momento propicio para descansar y relajarse.

como saber si un colchon es bueno

Materiales y telas

Las nuevas tecnologías ofrecen un sinfín de beneficios en muchos aspectos de la vida. En la producción de colchones, esto se ve reflejado en los materiales que componen la estructura del colchón y las telas que se utilizan para forrarlo.

Existen cuatro grandes grupos de componentes, que ofrecen distintos tipos de comodidad: los colchones con resortes, los de espuma, los de viscoelástica y los de látex. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas, por lo que resultan más o menos convenientes dependiendo el perfil del consumidor.

Los colchones de espuma por lo general se hacen a partir del poliuretano. Se cortan en diferentes medidas que pueden adaptarse a todo tipo de cuerpo y suelen tener un precio muy económico. La desventaja es que no regulan la temperatura y tampoco tienen sistemas de control anti-ácaros.

Los de resortes se dividen en tres: con muelle continuo, muelles independientes o muelles ensacados. El muelle continuo es un único hilo metálico que atraviesa, en forma de “Z”, la totalidad del colchón. Los independientes poseen un núcleo con múltiples muelles enlazados entre sí, que se estrechan hacia el centro. Por último, los ensacados contienen muchos resortes puestos en bolsas de tela independientes unidos a través de una sujeción.

Tanto los independientes como los ensacados ofrecen una mayor libertad de movimiento, algo ideal para parejas, ya que el peso se distribuye mejor y permite que cada uno pueda girar cuanto desee sin despertar al otro.

Además, todos los modelos de resortes presentan una transpiración eficaz de sus materiales, lo que los vuelve opciones frescas, especialmente para aquellos que sufren mucho el calor durante la noche.

Luego, están los colchones de espuma viscoelástica. Este material es muy adaptable a los movimientos, el peso y la temperatura del cuerpo. Tiene la propiedad de retornar a su estado original una vez levantada la presión que sostenía. Es muy popular y seguro lo viste antes, sobre todo en distintos tipos de almohadas.

A mayor cantidad de viscoelástica en las camas del colchón, mejor es la calidad del mismo. Los rotulados como “densidad media” o “alta” son las opciones más confortables dentro de los ofertados con este tipo de tecnología, pero siempre dependiendo de tus necesidades. Si de noche te movés mucho, un viscoelástico de alta densidad tardará más en volver a su estado original, algo que puede ser un poco molesto para tu descanso.

Por último, los colchones de látex ofrecen una gran adaptabilidad al cuerpo, hundiéndose con mayor facilidad en las zonas en donde hay más peso, pero sosteniéndolo con firmeza. También vienen en tres presentaciones: de látex sintético, mezcla entre látex y espumas y en formato “natural” con un 85% de látex extraído del caucho.  

No te olvides consultar qué tipo de telas utilizan, para descartar reacciones alérgicas y para conocer de qué forma circula el aire por dentro. Esto tendrá relación directa con la cantidad de ácaros que puedan aparecer y la periodicidad con la que necesites limpiar tu colchón. Como medida estándar, tené en cuenta que pasar la aspiradora semanalmente y limpiar en profundidad una vez por mes es una excelente rutina de higiene.

Otras características

Además de todos estos requisitos mencionados, existen otros factores a considerar antes de comprar un colchón. Por ejemplo, no es lo mismo adquirir uno para una segunda vivienda o cuarto de invitados que para tu dormitorio personal. 

El clima de la ciudad en la que vivís puede afectar la durabilidad de tu colchón o modificar tus necesidades. Podés consultar con un vendedor especializado para que te ofrezca las mejores opciones teniendo en cuenta la temperatura del lugar, aunque hay colchones específicamente diseñados para soportar altas o bajas temperaturas.

Si dormís con mascotas, quizás quieras considerarlas antes de la compra. Dormir con un caniche quizás no haga mucha diferencia pero, si tenés más de un animal, son muy grandes o se mueven mucho, no está de más incluirlos en tu búsqueda.

Si te guías por toda esta información, es muy probable que des con el colchón perfecto para lo que necesitás. El que tenga los materiales adecuados, con el soporte y tamaño precisos, va a ser ese colchón excelente que te va a cobijar por los próximos diez años.