Aprovechá esta oportunidad para transformar tu habitación en un verdadero centro de relajación y tranquilidad.
En tiempos de distanciamiento social, las rutinas se han transformado por completo y ahora la casa es el lugar donde ocurren todas las actividades del día y de cada integrante de la familia. Las reuniones de trabajo por videoconferencia, las tareas de los chicos colgadas en el classroom, los talleres, las clases de gimnasia, incluso los conciertos vía streaming suceden en las habitaciones, el living y la cocina.
Con esta dinámica, las mamás están más multitasking que nunca, balanceando el trabajo, los quehaceres de la casa, la pareja, el cuidado de los chicos y el tiempo a solas, tan necesario para mantener el equilibrio y relajarse como se merecen.
Con el hogar ocupado las veinticuatro horas los siete días de la semana, seguramente hayas tenido que establecer horarios para ordenar todas las actividades, e incluso delimitar espacios de la casa para que cada quién esté confortable haciendo lo suyo.
No todo el mundo tiene una oficina en el hogar, o varias habitaciones disponibles para acomodar cada cosa en un sitio particular. Pero eso no significa que no puedas, con unas pequeñas transformaciones, adaptar tus espacios a todas tus necesidades. Y sin dudas una de las más importantes es tener un buen descanso por la noche, de relax y tranquilidad.
Por eso, tu cuarto toma un rol protagónico: Puede convertirse en tu lugar de la casa, el espacio reservado para que mamá disfrute, se cuide y se mime. Un sitio donde estén todas tus cosas favoritas, con los aromas que más te gustan y con la mayor comodidad que te puedas dar. Suena tentador tener un pequeño refugio personal, ¿Verdad?
Tu cuarto es una extensión de vos. Es el espacio apropiado para “sacarte la armadura” con la que atravesás el día, para habilitar la relajación y el disfrute. Un sitio para sentirte segura y confortable. Si estabas pensándolo como simplemente un lugar donde dormir, te perdés la oportunidad de convertirlo en un auténtico “nidito”, tu rincón de la casa para divertirte, crear, meditar…y por supuesto, dormir como una reina.
Esta realidad se vuelve aún más evidente durante la cuarentena: Es necesario tener un descanso profundo y no es sólo dormir bien, también es apagar el celular por un rato, darte un momento para disfrutar, para compartir con tus seres queridos, para hacer algo que te guste. Y tu pieza es el lugar indicado.
Paso a paso: el cuarto de tu sueños
Desde el colchón a las cortinas, de las frazadas a las lámparas, de los almohadones al sillón: todo tiene que ser exclusivo para vos. Decorado a tu gusto, ordenado según tu necesidad y practicidad. Con objetos que te agraden, colores que te hagan sentir bien, muebles a tu medida y con tu estilo.
Todo esto -junto con el orden y la limpieza- influye enormemente en la calidad de tu sueño y en tu sensación de comodidad. Si al entrar a la habitación no sentís ganas de quedarte al menos un ratito, es hora de renovar las frazadas, cambiar muebles de lugar o quizá redefinir la iluminación.
Lo primero que tenés que chequear es el estado general de tu cama y de tu colchón. ¿El sommier tiene una pata floja? ¿Heredaste el colchón de una tía? ¿Hace más de diez años que dormís con los mismos elementos? ¡Qué buen momento para actualizar todo! Cama nueva, sueños nuevos. Incluso podés deslizar la sugerencia como regalo del día de la madre.
Es importante que elijas tu nuevo colchón teniendo en cuenta varias cuestiones: Tu peso y altura y el de tu pareja, la posición en la que dormís habitualmente, si preferís una base firme o blanda y si tus hijos o mascotas suelen visitarte por las noches para acurrucarse con vos. También tenés que contemplar el tamaño de tu habitación, para comprar una cama acorde con tu espacio.
Existen distintas opciones: de resortes, como pueden ser bonnell, pocket o lfk, o bien de espuma, donde pueden variar en baja, media y de alta densidad. Podés optar entre un sommier o una base de cama de las más tradicionales, con listones de madera. Esto va a depender, además, del estilo que quieras imprimirle al lugar. Contar con una buena cama es central para disfrutar de un descanso placentero y revitalizante.
¿ ya te decidiste y entendes las diferencias entre un colchón de Resortes o goma espuma: ¿Cuál conviene y por qué?” y encontraste la mejor opción para vos. Evaluaste colchón o sommier diferencias mientras analizaste opciones de camas con cajones o baulera y ganar espacios de Guardado, y ¡Todo Listo! y con espacio extra
Después, por supuesto, elegiste las almohadas. Las responsables de que tu cuello se apoye confortablemente y esté en una posición adecuada, las que te ayudan a relajar tus espalda y hombros. Las que abrazás por las noches y con las que jugás junto a tus hijos.
Ya sabés que es hora de cambiar la almohada cuando ya no queda nada de esa consistencia mullida y suave que solía tener. Pero quizá no sabías que las almohadas pueden ayudarte a corregir tu postura si es que lo necesitás.
Colocar almohadones o cojines sobre tus costados te ayuda a dormir boca arriba; poner una almohada entre las piernas puede aliviar tensiones en tus rodillas si te acostás de lado y utilizar una almohada cervical te permite recuperarte de dolores generados por pasar mucho tiempo en la computadora.
Existen distintos tipos de almohadas y para todos los gustos. Más firmes, especiales para trabajar ciertas contracturas, suaves y esponjosas. Regalarte unas buenas almohadas puede hacer la diferencia y aumentar tus niveles de descanso.
Meterse en la cama y sentir la suavidad y frescura de las sábanas es sinónimo de buen humor. Acostarse después de un largo día y envolverse en una manta tibia puede ser como una caricia que te relaje por completo. ¿Qué te parece sentirte así cada vez que te vas a dormir?
La clave está en saber elegir el mejor material para vos. Las sábanas tienen que ser resistentes, con sistema antipeeling, fáciles de lavar, antialérgicas y aislantes. Las de algodón suelen ser las más elegidas y existen de distintas calidades, pero también hay otras opciones para considerar.
La mejor calidad se la lleva el algodón egipcio, con fibras extra largas que dan como resultado sábanas lujosas y duraderas. Le sigue el algodón Pima, una opción menos costosa hecha de fibras medias a extra-largas discontinuas, que posee un brillo característico y una suavidad particular.
Las sábanas de lino también son un elemento de lujo, especiales para climas cálidos en donde la temperatura se mantiene constante durante todo el año. Las que están hechas con fibras sintéticas son las opciones más populares debido a su bajo costo y su vida útil. No obstante, es importante que cuenten con un 50% de algodón en su composición.

Los muebles también tienen un rol interesante en tu descanso. Una habitación demasiado cargada, con aparadores o cajoneras muy grandes y dispuestos de forma incómoda te pueden hacer sentir demasiado “apretada”. Contar con un mobiliario que se mueva fácilmente de lugar y con un estilo más bien clásico te permite reinventar el espacio las veces que quieras.
Tener un “rincón de lectura” con un sillón y una buena lámpara, un tocador personalizado o un escritorio espacioso son buenas ideas para convertir el dormitorio en un lugar especial. Eso sí, tratá de destinarlos para hobbies, proyectos personales o momentos de esparcimiento. Es importante dejar fuera de tu “centro de relajación” el mundo laboral, las preocupaciones, las fechas límite, los pendientes…
Si tu cuarto es lo suficientemente espacioso, podés armarte un sitio para hacer ejercicio, estiramiento, yoga o meditaciones. Quizás cerca de alguna ventana donde puedas sentir la brisa fresca o el sol en la cara. La idea es que tengas un momento con vos misma, independientemente de la actividad que te guste hacer.
Las luces cálidas son ideales para la habitación, tanto para la luz de techo, como para veladores u otras lámparas que utilices. Instalar un dimmer te permite controlar la intensidad de todas las luces a la vez, o de algunas en particular, y lograr así distintos ambientes.
Por último, adornala con objetos que te hagan feliz. Cortina de lindos colores, fotos de buenos momentos, cuadros que te inspiren, frases que quieras tener presente cada día. Todo aquello que te transmita sensaciones placenteras, como plantas, decoraciones, piedras, gemas. El toque final lo pueden dar unas deliciosas velas aromáticas o perfuminas sobre tus frazadas.
En el trajín diario de las ocupaciones y los compromisos, te viene bien tener un rato especial sólo para vos. Un momento para conectarte con lo que te gusta, para desarrollar tu creatividad, mover el cuerpo o disfrutar de unos cuantos minutos de paz. Porque el “día de la madre” puede ser todos los días, y porque todas las mamás se lo merecen.
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