person wearing white socks holding a ceramic cup

¿Estás seguro de que tus sábanas están limpias?

Cuidado y Mantenimiento

A muchos nos da placer acostarnos en la cama con las sábanas limpias y perfumadas después de un largo día de trabajo. Si sos de este team, esta nota es para vos. ¿Sabés si realmente está limpia tu ropa de cama? 

Nada mejor que al final de un día difícil, poder descansar en una cama confortable y limpia. Lo cierto es que muchos disfrutan de ese momento y no está mal, al contrario, es un pequeño regalo después de una jornada eterna. 

Es importante que toda la ropa de cama y el colchón estén limpios para dormir bien y evitar problemas de salud. Pensemos que constantemente estamos en contacto con objetos y superficies que están llenos de bacterias y microbios por su relación con el ambiente y con otras personas.

Eso y el sudor de nuestro cuerpo repercuten en la limpieza de nuestras sábanas. Por lo tanto, es imprescindible mantener la higiene de las mismas para no afectar nuestra salud. 

La ropa de cama debe lavarse al menos una vez por semana y airearse todos los días para asegurarnos de que está libre de peligros. Si dejamos pasar más tiempo podemos exponernos al riesgo de contraer ciertos virus e infecciones: 

  • Gérmenes y bacterias: la cama es el lugar ideal para que los gérmenes y las bacterias se reproduzcan, sobre todo porque es un lugar en el que se acumula generalmente la humedad, el sudor, la saliva, la células de la piel, etc. 

Hay bacterias que se encuentran en las sábanas que pueden generar infecciones en la piel, en el tracto urinario y en la sangre o neumonía. 

  • Pie de atleta: si una persona sufre de pie de atleta tiene que tener mucho cuidado porque en las sábanas es uno de los lugares en los que va a dejar esa bacteria y puede contagiar a otro que comparta la cama. 
  • Infecciones por hongos: los hongos que muchas veces tenemos en la piel se deben al contacto con las sábanas sobre todo en los pliegues del cuerpo donde se acumula la humedad. 
  • Virus: los virus pueden quedar en la ropa de cama y llegar a las personas cuando se tiene una gripe o un resfrío u otra enfermedad virosica. No sólo se transmiten por contacto directo sino también por contacto con los tejidos de las sábanas.
  • Ácaros del polvo: el lugar preferido de los ácaros para desarrollarse son las sábanas porque se alimentan de la piel muerta. No transmiten enfermedades pero pueden causar alergias que pueden llevar a problemas de asma, sinusitis, de oído o rinitis. 

Podemos prevenir estas bacterias no sólo con el lavado adecuado sino también tener en cuenta de qué material es la ropa de cama al momento de elegirla. En el mercado se encuentran sábanas de materiales hipoalergénicos que pueden ser útiles para quienes sufren de alergia o los afecta la humedad. 

sabanas limpias

¿Cúal es la forma correcta de lavar las sábanas?

Antes de lavar las sábanas es importante leer las indicaciones que trae la etiqueta. Allí nos va a decir a qué temperatura puede lavarse, si puede plancharse, con qué líquidos puede lavarse, etc. Según el material del que esté fabricado va a variar la forma de lavado. 

Lo ideal para evitar posibles microbios sería lavarlas a una temperatura de entre 55 y 65 grados, y luego secarlas con un programa de agua caliente. También no juntarlas en el lavarropas con otras prendas, usar jabones suaves y un programa de centrifugado corto. 

Igual recordá siempre revisar primero lo que sugiere la etiqueta del producto. 

¿Cada cuánto deben lavarse?

Si sufrió algún percance porque se derramó algo sobre ellas o se manchó con algún líquido es importante lavarlas inmediatamente. Si estamos enfermos, deben cambiarse cada dos días para que no queden en ellas las bacterias. 

Si no pasaron estas cosas, en una situación normal deben cambiarse una vez a la semana para eliminar los virus, los microbios y los ácaros antes de que puedan afectar nuestra salud. Más si padece de asma u alguna otra enfermedad que necesita evitar posibles peligros. 

¿Cada cuanto debo lavar los elementos que acompañan a las sábanas? Recordemos que en el buen descanso y en la higiene de la cama no sólo interviene la ropa de cama, también están las almohadas, el colchón y el pijama. No debemos olvidarnos de su limpieza. 

Las almohadas se lavan cada tres meses porque en ellas se acumulan ácaros, bacterias, hongos y piel muerta como en las sábanas. Las que son de material sintético pueden higienizarse en el lavarropas y las de pluma se llevan a la tintorería. Es importante que se sequen bien al aire libre para evitar la acumulación de moho. 

El colchón también acumula microbios de todo tipo. Para una correcta limpieza es preferible llevarlo a la tintorería, airearlo a menudo, y sacar inmediatamente las manchas con un paño humedecido en agua fría y jabón, y secándolo bien al terminar. 

Por último, el pijama. Debe cambiarse cada dos días sobre todo en verano que transpiramos más. 

¿Las sábanas nuevas también deben lavarse? 

Seguramente cada vez que te compraste una sábana nueva la sacaste de su bolsa y la usaste sin lavar creyendo que no era necesario. Pero sí, es sumamente importante lavarlas antes del primer uso. 

Esto se debe a dos motivos. El primero es por un tema del proceso de fabricación del producto. Pensemos que hasta llegar a nuestras manos las sábanas pasaron por diferentes estadíos en la industria. Si las lavamos vamos a eliminar esas micropartículas propias de la confección. 

El segundo motivo tiene que ver con la textura.Al lavarlas vamos a sacarle esa aspereza propia del envasado y vamos a lograr suavidad para dormir cómodamente en ellas. 

¿Cómo se guarda la ropa de cama?

Nada mejor que encontrar el juego de sábanas completo y con olor a perfume al momento de hacer la cama. Para lograrlo te compartimos una serie de consejos: 

  • Mantener los estantes limpios y ordenados: las sábanas deben tener en el placard un lugar exclusivo para su guardado. De esta manera será más sencillo encontrarlas y que conserven el aroma a perfume. 
  • Disponerlas correctamente: cuando vamos a guardarlas es preferible no doblarlas individualmente, sino de la siguiente manera: antes de hacer el último pliegue poner las dos sábanas en orden de arriba y abajo y las fundas de la almohada, y cerrar todo como si fuera un sandwich. Entonces te queda el conjunto completo y todo junto para que no se mezcle con otro.
  • Conservar el perfume: para que no pierdan el olor a suavizante o al perfume que le pusiste después de lavarlas te recomendamos meterlas en una bolsa de lona después de plancharlas con una toallita perfumada. Esto también te va a permitir guardarla mejor y sacarla más fácil al momento de usarla. 

Las sábanas, un elemento fundamental

Así como el colchón y las almohadas contribuyen y cumplen un rol importante en el buen descanso, las sábanas también. Muchas veces nos olvidamos de ellas, pero no deberíamos hacerlo. Más ahora que sabemos qué consecuencias pueden traernos a la salud el hecho de no lavarlas cuando se requiere. 

No solo pueden afectar la salud, pueden interrumpir o hacer difícil que alcancemos el sueño por las noches. Dormir en un ambiente no tan agradable e incómodo del que las sábanas forman parte repercute en la salud de nuestro descanso, hacen que no logremos un sueño profundo y reparador. 

Les recomendamos estar atentos a la higiene de toda la ropa de cama para evitar futuras complicaciones.