empty damaged room with mattress

¿Cómo maltratás a tu colchón?

Cuidado y Mantenimiento

Una guía de todo lo que no tenés que hacer si querés mantener a tu colchón sano

Tener un buen descanso es importantísimo para recuperar energía, ser productivos y poder realizar las actividades diarias sin ningún inconveniente. Pero dormir bien no solo implica las ganas de descansar. Para ello también se aconseja tener un buen colchón, una buena almohada, el silencio, la oscuridad: factores que en composé hacen melodía y convierten a tu cuarto en el paraíso del sueño. Sin embargo, no es lo único: un buen descanso también está garantizado por el cuidado y mantenimiento que se le da al lugar que usamos para relajar nuestro cuerpo. 

Mantener un colchón firme y limpio requiere de hábitos específicos. En esta ocasión te traemos una lista detallada de lo que debes evitar hacer para prolongar la vida útil de  tu colchón ¡y de tus músculos!

 ¡Veamos qué es lo que no debes hacer si quieres disfrutar de un sueño profundo!

diverse same sex couple fluffing up pillows at morning
  1. No mover el colchón: si lo mueves evita que se hunda o deforme.

Si sientes ese pozo, ubicado en el mismo lugar de siempre, es porque tu colchón se hundió, se deformó. Y esto sucede principalmente por el propio peso del cuerpo. ¡Ojo! Hay que aclarar que la causa del hundimiento no es por el “peso en sí” sino por la presión que el cuerpo genera sobre el colchón. Muchas veces cuando nos acostamos permanecemos en la misma postura durante todas las horas de descanso provocando que el material, del que está hecho el colchón, ceda y acabe deformándose.

Para evitar que esto suceda, debes asegurarte, en principio, que el colchón esté en su sitio. Es decir, que esté bien ubicado dentro de la estructura del sommier o la cama. Ya que a veces suele pasar que se mueve, se corre,  y no nos damos cuenta. 

Luego, hay que incorporar el hábito de mover el colchón. ¿A qué nos referimos con “mover”? A cambiarlo de posición. Puedes girarlo de manera horizontal, es decir, que el lado izquierdo pasa al derecho; y también puedes hacerlo de forma vertical, que la cabecera cambie hacia los pies. La clave es ir alternando ambos modos. De esta manera, el peso de tu cuerpo no estará ejerciendo presión en la misma zona de siempre.

Lo ideal sería que realices esta rutina una o dos veces al año, pero puedes aumentar la frecuencia cuando tu colchón y tu espalda lo necesiten. 

  1. No ventilar 

Si queremos que el colchón dure, no debemos olvidar ventilar. 

Existe la costumbre de tender la cama apenas nos levantamos para alimentar la ilusión de que de esta manera quedará limpia y ordenada nuestra habitación. Sin embargo, esta práctica no es la más adecuada si queremos preservar en perfectas condiciones nuestro colchón.

Cuando dormimos el cuerpo se relaja y despide fluidos. Saliva y transpiración, entre otras cosas,  se depositan en las sabanas donde descansamos  e incluso las traspasan. Si se tiende la cama inmediatamente, estos residuos corporales penetran las fibras de los colchones, provocando la proliferación de organismos microscópicos, como los ácaros.Es por eso que es necesario ventilar el colchón adecuadamente. 

Este simple hábito no sólo incrementará el tiempo de duración de nuestro colchón (hasta 10 años de vida útil), sino que  además evitará la presencia de bacterias que puedan poner en peligro tu salud respiratoria.

Pero ¿cómo ventilarlo?

Debes dejar que tu colchón respire. Apenas te levantes, retira las sábanas y frazadas para que las fibras tomen aire. Para ello deja la ventana abierta, al menos una hora, no solo para que oxigene la habitación sino también para que ingrese la luz del sol y seque la humedad del colchón.

En el caso de que vuelvas a utilizar las mismas sábanas, debes sacudirlas antes de tender la cama. Y si es posible, también puedes aspirar tu colchón para eliminar el polvo y los ácaros.

Y otra cosa más, si usas funda protectora, debes lavarla al menos una vez al mes. En estos casos, siempre es recomendable usar las que son de algodón ya que absorben la transpiración e impide que se traspase al colchón.

La higiene y el descanso van de la mano.

  1. No usar cubre colchón o protector

Si eres de los que les gusta comer o desayunar en la cama mientras ves las noticias en la televisión o lees un libro no puedes saltarte esta recomendación.

Si ya te ha pasado de volcar el café o un jugo sobre el colchón ya sabes lo difícil que es lavarlo. Por eso es fundamental que uses un cubre colchón o funda. Los colchones pueden ensuciarse mucho durante su uso. La humedad del ambiente, la transpiración de nuestro cuerpo, el maquillaje que utilizamos, la piel muerta, la saliva: todos estos son factores que pueden ensuciarlo. Un protector puede evitar que cualquiera de estos fluidos lo manche, y además puede lavarse todas las veces que desees.

Mantener el colchón como nuevo por mayor tiempo es simple: usa una funda protectora.

mother and daughter using resting in bedroom with laptop and toy
  1. Saltar arriba del colchón

Jugar con nuestros hijos siempre generan instancias inolvidables y felices. Sin embargo,  cuando esos momentos se relacionan con saltos y lanzarse con fuerza sobre nuestro preciado colchón habrá que evitarlos. Amamos a los niños, pero también amamos el buen descanso.

De la misma forma que dormir siempre en una misma posición y no mover el colchón pueden ocasionar hundimientos no deseados. Saltar sobre ellos o poner demasiado peso en los bordes puede romper el material con el que están confeccionados y, por ende, perder su firmeza y terminar deformados. En estas situaciones solo existe un destino: la basura. Si un colchón se deforma puede causar contracturas y dolores  indeseados. 

Cuidar la estructura del colchón es también cuidar nuestro cuerpo.

Los fabricantes suelen afirmar que la vida útil de un colchón gira en torno a los 7-10 años, dependiendo del tipo de material de que sea el colchón. No obstante, esto sólo puede garantizarse si el mismo recibe los cuidados apropiados. 

El buen descanso también depende de pequeños hábitos, simples acciones que hacen la diferencia. Cuidá tu colchón, cuídate.