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Durante la pandemia se compraron más colchones, ¿por qué?

Colchón

La cuarentena hizo que muchas personas pasen más tiempo en su hogar y las habitaciones de la casa se convirtieron en lugares para trabajar, tomar clases, descansar, etc. Con la intención de renovar y adaptar esos espacios la compra de ciertos elementos que brinden confort y placer subió de manera considerable, entre ellos: los colchones. 

Debido a la pandemia, muchos tuvieron que cambiar sus hábitos. El homeoffice, las clases virtuales y las restricciones a la hora de salir hicieron que las personas estén más tiempo en su casa. Pero también que aprovechen esa situación para prestarle más atención a los espacios de su hogar. 

Para matar el tiempo, aquellos que se encontraron de repente todos los días en su casa aprovecharon a realizar actividades hogareñas como la renovación o el mantenimiento de las habitaciones. Los ahorros se invirtieron en reparar muebles, jardinería, pintura o en restauración. 

Las transformaciones también alcanzaron a los dormitorios, un lugar importante de la casa ya que son importantes a la hora de descansar. En este sentido, el cambio del colchón fue un punto clave. 

El buen descanso en época de pandemia

Lograr un buen descanso depende de muchas variables: el entorno, los ruidos exteriores, la alimentación, el nivel de estrés, etc. Pero, la más importante, es la comodidad que nos brinda la almohada, la ropa de cama y por supuesto el colchón.

Es por este motivo que en la cuarentena la venta de los colchones aumentó considerablemente, convirtiéndose en uno de los insumos del hogar más vendidos. 

Siempre deseamos y necesitamos descansar bien y estar cómodos para levantarnos mejor al otro día, más en la situación de pandemia debido a que el estrés y los cambios en la rutina y los horarios afectaron nuestro sueño. 

Las casas de venta de colchones se vieron obligados como en muchos otros rubros a reinventarse. Las personas ya no podían comprar en el local, ver y probar personalmente el colchón; todas las compras pasaron a ser a través de la tienda virtual. 

Esto obligó a muchos a buscar la manera de que las personas compren igual y se sientan seguras de la compra para no perder ventas. Por eso fue muy importante la calidad de las imágenes, la precisión en las medidas y no olvidar ningún detalle del producto para que la experiencia sea como la de siempre. 

Y esto dio resultado porque las ventas no bajaron, al contrario, las casas de colchones aseguran que durante el aislamiento se vendió más y recibieron más consultas que en otras épocas. Un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo nacional precisó que “el rubro más dinámico fue el de venta minorista por Internet”, donde “más de la mitad de las firmas del sector duplicó sus ventas en términos reales”. 

el descanso durante la pandemia

Además,  la venta de los artículos del hogar, como muebles, colchones, electrodomésticos, pinturas, ropa de cama o mantelería aumentó en comparación con el mismo periodo del año anterior. 

A la hora de elegir las personas miran los precios de los colchones que varían dependiendo del tipo de plaza y de la calidad, también tienen en cuenta la edad, la contextura física y los problemas musculares o de articulaciones que padecen. 

Los más elegidos fueron los que tienen resortes porque son más cómodos a la hora de descansar y ofrecen suavidad, firmeza y alta densidad, aunque otros eligieron los clásicos de goma espuma. 

Es importante la elección a la hora de comprar el colchón, debemos tener en cuenta nuestras necesidades y también la calidad ya que debería durar entre 5 y 10 años. 

Consejos para conciliar el sueño en pandemia

La cuarentena, el aumento del estrés, los cambios en la rutina, la preocupación por el contagio y la incertidumbre de la situación llevaron a que los trastornos del sueño se potenciaran o aparecieran. 

Las consultas a especialistas crecieron y también la búsqueda en Internet sobre temas como: qué es el insomnio o qué son los trastornos del sueño, qué hacer en esos casos, fueron algunos de los interrogantes. 

Es muy importante dormir bien y hacerlo las horas necesarias para lograr un sueño reparador y evitar problemas de salud. Deberíamos dormir entre 7 y 9 horas por noche, tomar siestas cortas en el día y evitar las deudas del sueño. 

Para lograr un buen descanso debemos prestar atención a ciertos factores de nuestro día a día que pueden favorecer o perjudicar el sueño, y cambiar esa situación. 

Te dejamos algunos puntos a tener en cuenta: 

  • Evitar la automedicación: nunca hay que tomar el medicamento que te recomendó un conocido ni el que fue recetado hace mucho tiempo. Esto porque quizás la situación por la que atravesas hoy no es la misma y porque además muchos de los medicamentos para dormir tienen efectos secundarios y pueden ser más graves que lo que se quiere tratar.
  • Establecer un horario para dormir: dormir de noche y vivir de día, es decir, fijar un horario para acostarte y uno para levantarte ayudará a crear una rutina muy beneficiosa para la higiene del sueño. No se trata de tener una planificación estricta, pero es importante que, por ejemplo, no te acuestes a altas horas de la noche si al otro día tenes que levantarte temprano.
  • Hacer actividad física: realizar ejercicio aunque sea media hora al día te ayudará a dormir mejor. Se recomienda hacerlo a la mañana o temprano por la tarde, no muy cerca de la hora de dormir porque es probable que nos altere el sueño. 
  • Cuidar el entorno: es importante que el entorno sea el adecuado para descansar y que el sueño no se vea interrumpido en medio de la noche. Es aconsejable que haya poca luz, evitar los ruidos y que la temperatura del ambiente sea agradable. 
  • Equilibrar las comidas: la alimentación influye en el sueño, lo que comemos y cuándo lo comemos afecta nuestro bienestar y ocasiona problemas a la hora de dormir. Por eso la cena no debe ser muy pesada y se debe dar al menos dos horas de ir a la cama ya que las dificultades estomacales pueden afectar el sueño. 
  • Prestar atención a la siesta: sabemos que dormir bien es importante pero debemos tener cuidado con las siestas. Para evitar que la siesta afecte nuestro día o la noche es preferible hacer una siesta corta de 20 o 30 minutos como máximo. 
  • Alejarse de los dispositivos electrónicos: si bien en este momento de pandemia cumplen un rol importante, es necesario establecer horarios para su uso y no estar con ellos antes de dormir. Se recomienda ver las redes sociales o la televisión 90 minutos antes de la hora del sueño. 
  • Evitar los estimulantes: bebidas como el café y alcohol o el consumo de tabaco estimulan el cerebro e interfieren en el sueño. Se pueden consumir a la mañana o temprano a la tarde, no cerca de la hora de dormir. 
  • Despejar la mente: el estrés, las preocupaciones y los sentimientos negativos acumulados durante el día afectan nuestro sueño o lo interrumpen. Si no nos relajamos y nos olvidamos por un momento de lo vivido, es muy difícil poder dormir bien. Para esto se recomienda meditar, leer o escuchar música tranquila antes de acostarnos o ya en la cama hasta que llegue el sueño. 
  • Dosificar la información sobre la pandemia: aunque puede ser imposible evitar escuchar o ver cosas sobre la situación que provocan estrés o ansiedad, es importante hacerlo. Limitar la cantidad de información que consume a lo que es absolutamente necesario resulta beneficioso, por eso se debe evitar leer actualizaciones de noticias justo antes de acostarse. 
  • Usar bien los espacios: al estar tanto tiempo en casa y hacer todas las actividades en ella es fundamental que adaptemos un espacio para cada tarea. Debemos evitar por ejemplo, trabajar en la habitación o en la cama, porque al estar ahí el cerebro puede entender que es hora de dormir y ahí es cuando aparece el cansancio y el sueño antes de tiempo. 
descanso y pandemia

Si tuvo en cuenta y puso en práctica estos consejos y aún así no logró conciliar el sueño es quizás momento de consultar con el médico para un tratamiento adecuado y personalizado.

Y si por las noches se despierta y no puede volver a dormir, le recomendamos levantarse. Aprovechar ese tiempo para hacer alguna actividad que lo relaje y no seguir dando vueltas en la cama porque lo único que logra es aumentar el estrés y la ansiedad. 

El sueño debe llegar de manera natural, si podemos hacer cosas que ayuden pero no forzarlo. Luchar contra el insomnio puede ser peor, puede potenciarlo. 

Quizás en todo este tiempo ya transcurrido de pandemia y de cuarentena por la vorágine constante en la que vivimos, no te habías tomado el tiempo de pensar en lo importante que es dormir bien. A lo mejor desde que vivimos esta situación no estás descansando bien y no lo habías notado. 

Es momento de empezar a prestar atención a lo que nos pasa y a cómo estamos viviendo, qué hacemos día a día por nosotros y por nuestra salud. Nunca es tarde para mejorar o cambiar nuestra rutina del sueño y los hábitos que colaboran con ella. 

Te recomendamos tener en cuenta y poner en práctica nuestro consejos, y no te olvides de lo que nos brinda comodidad y es fundamental a la hora de dormir: ¡el colchón!