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¿Cómo sé si un colchón es de alta calidad?

Photo by Max Vakhtbovych on Pexels.com

Si alguna vez probaste un colchón que te hizo sentir en las nubes, seguro era uno de muy buena calidad. Como en todos los productos, hay colchones de calidad baja, media y alta. Muchas veces, el precio más caro no significa que sea el mejor. Por eso, te contamos qué debés tener en cuenta para elegir el tuyo. Un tip importante es que cuando estés en un colchón que te hace soñar maravillas, anotes la marca o alguna característica de su composición.

Es que claro, seguro cuando probaste ese colchón que te permitió soñar sin despertarte, no estabas pensando en cambiar el tuyo. Y, cuando llega el momento de renovar el colchón que nos acompañó tantos años, no sabemos qué hacer, cómo elegirlo. ¡Hay tantas opciones en el mercado! Por eso, es importante ir recabando información de las experiencias placenteras. Hoy es muy fácil guardar notas rápido en el celular y encontrarlas cuando las necesitamos.

Si nunca lo hiciste, calma. No todo está perdido. Para que puedas recuperar la sensación hermosa de aquel colchón que recordás necesitás saber algunas cosas como estás:

¿Cuándo tengo que cambiar un colchón? 

En general, los colchones tienen especificada su duración. Suele ser de 10 años o más, en algunos casos. También puede ser menos. Lo importante es que notes si perdió sus propiedades para dar cuenta de su estado. Un colchón en mal estado puede causar problemas en la columna, dolores en las articulaciones y un pésimo descanso.

Si ya es hora de que cambies el colchón, podés optar por tratar de conseguir el mismo. Tené en cuenta que en 10 años las tecnologías cambiarán y mucho. Por eso, lo recomendable es que puedas aggiornarte con los nuevos modelos disponibles en el mercado. Hay muchas novedades que permiten un descanso de calidad cada noche.

¿Qué es mejor: un colchón firme o uno blando?

El colchón ideal debe permitir que tu columna vertebral se acomode de manera natural al dormir. Por eso, debe tener un buen soporte. En general, este se lo dan los resortes y la espuma o látex, el material que lo compone.

Si tu columna está bien apoyada, es muy probable que puedas dormir bien porque eso te brinda seguridad. Además, si el colchón permite que la curvatura natural de la columna se apoye en cada uno de sus puntos, se imita la posición del cuerpo cuando está de pie. Esto resulta beneficioso para que el cuerpo no busque ni deba compensar puntos de apoyo que le faltan sobrecargando otras articulaciones.

Hay quienes prefieren un colchón más firme y los que desean un colchón más blando. Hay quienes prefieren que el colchón sea tan firme como el piso y los que podrían dormir en un colchón que se hunde y llega al piso. Casi siempre esto es una cuestión de edad. ¿Quién no durmió en sillones, carpas y hasta apretado en una cama con 4 personas cuando era adolescente?

cambiar colchon

¿Qué colchón tengo que elegir: con resortes o espuma?

En general, los deportólogos recomiendan un colchón firme de espuma dura o semidura para sanar la espalda. Especialmente, si hay escoliosis o problemas cervicales. Pero lo que vale acá es tu sensación y el conocimiento que tengas de tu cuerpo. Si es un colchón para dormir en pareja, es muy importante que su diseño esté pensado para equilibrar el peso que acepta.

Cuando el colchón es de lo que se llama “muelles ensacados” o resortes pocket, es más firme. Y, es recomendado para dormir en pareja. Su estructura de muelles independientes cubiertos por una capa de tela brinda una gran libertad de movimientos. 

Si se duerme en pareja o con una mascota grande, el movimiento de un lado no generará ninguna repercusión en el otro. Y también es ideal si hay grandes diferencias de peso o altura.

Además, todos los muelles suelen estar cubiertos de espuma viscoelástica o de espuma HR. Esto es ideal si se busca que el colchón sea transpirable.

Este tipo de espuma High Resilience suele ser muy adaptable. Es de esos colchones que pueden elegirse de acuerdo a los gustos: firme, medio o más suave.

Están formados por un bloque de espuma de lo que se conoce como “célula abierta”. Para cubrirla se aplican distintos tejidos más o menos acolchados. Esto depende del diseño y de la disponibilidad de cada modelo.

Suele ser la opción más económica del mercado porque son los más usados. Y, también, más famosos. Los resortes bonell tienen forma bicónica y están unidos entre sí formando una estructura compacta que los hace sólidos. Y que, además, les permite brindar un mejor soporte al cuerpo entero.

Este tipo de colchón se adapta fácilmente al cuerpo. Lo que puede provocar que sea un poco incómodo si se duerme en pareja pero, de todas formas, son muy estables.

La viscoelástica o “memory foam” es muy conocida por su uso en almohadas diseñadas para sostener las cervicales. Es un material muy maleable y por eso necesita siempre un sostén. Así que, aunque este dato sorprenda, los colchones viscoelásticos al ciento por ciento no existen, no son posibles. 

En general, la viscoelástica se combina con otros materiales como la espuma high resilience o resortes, sobre todo para cubrir esas estructuras y brindar más confort. Este tipo de material permite un descanso de muy buena calidad por su composición. 

Fue descubierto en la década del ´60 por la NASA y se usó para crear los trajes de los astronautas. Permitía disminuir el impacto de los viajes espaciales en el cuerpo de cada astronauta, especialmente, en el despegue que es cuando más se mueve el cohete. 

Al mismo tiempo, es un material muy transpirable. Reacciona a la temperatura corporal de una manera increíble.

Es un material que respeta los puntos centrales en los que el cuerpo hace presión cuando se relaja. Por eso, no se hunde. Suelen estar construidos en capas alternadas de viscoelástica y el material seleccionado. Eso es lo que permite obtener distintas densidades. 

Por otra parte, la firmeza está dada, en general, por la espuma HR y su porosidad. La estructura de espuma en conjunto con la viscoelástica permiten obtener un descanso de calidad y que un colchón con menos peso sea firme.

Casi nadie sabe que el látex sale de la resina de un árbol que suele encontrarse en climas tropicales. Por eso, puede encontrarse látex natural que no provoca alergias o, también, su forma sintética, creada en laboratorio. El látex sintético es similar a la espuma.

Estos colchones reemplazan los resortes o la espuma completamente por látex y así le dan forma a la estructura. Hay colchones de látex natural puros y mezclas con látex sintético, espuma viscoelástica y HR. La composición suele ser de 20% de látex natural y 80% del resto de los materiales o 100% natural.

La ventaja de este material es que es bastante flexible para camas realizadas a medida o camas que requieren movimientos como las de un hospital. Son colchones más firmes que los de espuma y se adaptan mucho al cuerpo. Pero, suelen ser más pesados que los normales.

¿Qué necesita tu cuerpo?

Es importante identificar qué necesitás para dormir. Sí tenés problemas en las cervicales, en la espalda o alguna dolencia que te impide descansar bien o qué preferís. Quizás necesites un colchón firme pero todavía no son de tu preferencia porque no encontraste el indicado y desees uno más blando.

En general, si el colchón tiene muchos resortes y un relleno grueso, compacto, bien establecido, su calidad es más alta. Esto no quiere decir que no suceda lo contrario. Hay muchas diferencias entre los especialistas, los creadores de tecnologías, los fabricantes y los consumidores. Además, como cada colchón tiene una larga duración, es muy difícil establecer un parámetro.

Por eso, el mejor camino es que puedas encontrar el que sea afín a tus gustos y necesidades. Sin olvidarte del uso: si dormís en pareja, si además duermen mascotas, si sos de los que duermen atravesados en la cama o los que necesitan mucho espacio para descansar bien. En este sentido, es clave que hagas una prueba en la tienda. 

Aspectos a tener en cuenta

Además del material, hay otros factores que son importantes para un descanso de calidad. Y tienen que ver con la respuesta del cuerpo frente al material, con las propiedades de cada composición.

Ya hablamos sobre los materiales pero es importante que sepas si alguno te da alergia. En general, suelen ser hipoalergénicos. Y, además, usarás sábanas que impiden un contacto directo con el colchón. De todas formas, lo mejor es evitar cualquier cosa que pueda molestarte a la hora de dormir.

 Así como las zapatillas que se usan para correr o la ropa de gimnasia es cada vez más transpirable, los colchones también. Es muy importante que el aire circule tanto fuera como dentro del colchón para que se conserve mejor. Y, para que sea más confortable. 

Los que más circulación de aire tienen suelen ser los de resortes independientes o los bonell. Pero dadas las nuevas tecnologías y diseños en látex, espuma HR o composiciones viscoelásticas casi todos presentan una buena circulación. 

Si el colchón es más transpirable, es más fresco. Sucede lo mismo con el material de las sábanas. Hay algunas pensadas para abrigarte en invierno aunque el colchón sea transpirable.

Hay colchones con partículas de gel que en contacto con el cuerpo permiten que la temperatura se regule. ¡Hasta puede descender! También se puede lograr esta función con lo que se llama “pillow top”, que es la capa de material que recubre el colchón. Puede aportar más confort y más frescura sobre todo si es de viscoelástica.

Más allá de cuán firme sea el colchón, puede ser adaptable y suave. La combinación actual de tecnologías y materiales permiten que el colchón se adapte al cuerpo. Es importante que el cuerpo no se hunda pero que tampoco sea tan firme como una tabla de madera si eso no te agrada. 

Un buen colchón adaptable contempla los puntos de presión del cuerpo y permite que este se apoye correctamente, en la posición elegida para dormir. Un buen colchón brinda seguridad.

La prueba

Si no tenés la oportunidad de dormir en casas de varios amigos o de pasar la noche en algún hotel para probar distintos colchones, hacelo en la tienda y tomate el tiempo que necesites para probar los colchones. 

Asegurarse un descanso de calidad, mejora la salud y la calidad de vida. No dormir tiene muchas consecuencias en nuestro organismo. Por eso, más allá de tener en cuenta estas recomendaciones, lo importante es que puedas encontrar el colchón que mejor te sienta. Y para eso, no hay nada mejor que lo que vos sabés sobre tu cuerpo y qué es lo necesita para dormir bien. ¡Qué tu colchón sea el mejor para vos!

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