Permitir que las mascotas y niños compartan la cama es una decisión que debés tomar de manera informada y con suma precaución.
Que las mascotas y niños duerman juntos tiene grandes beneficios emocionales y mentales.
Sin embargo, también existen riesgos que debés tener en cuenta por la seguridad del niño.
Por eso, en este artículo queremos compartirte sobre:
- La importancia del sueño para los niños
- Beneficios y riesgos de que las mascotas y niños duerman juntos
- Recomendaciones a la hora de compartir la cama con una mascota
- Alternativa para que la mascota no comparta la cama
- Conclusiones

La importancia del sueño para los niños
Los niños y niñas necesitan dormir bien para crecer saludablemente y desarrollarse física, mental y emocionalmente.
Un sueño adecuado les permite recuperar la energía, estar más concentrados y sentirse felices durante el día.
Según los expertos en descanso infantil, la cantidad de horas mínimas que los chicos y chicas necesitan dormir, depende de la edad:
- Recién nacidos: Entre 16 y 20 horas diarias
- De 3 a 6 meses: 14 horas diarias
- De 6 meses a 2 años: 12 horas por la noche y tres horas por la siesta
- De 3 a 5 años: 10 horas por la noche y dos horas por la siesta
- De 6 a 10 años: 9 horas por la noche y no siempre duermen siesta
- 11 años y durante la adolescencia: 8 horas nocturnas
Por supuesto que esta escala no es definitiva para todos los chicos.
Cada niño y niña es diferente, con características y particularidades que se reflejan en necesidades de descanso únicas.
Lo importante es proporcionarles un espacio y lugar adecuado para que puedan dormir las horas que necesiten de una manera adecuada, de forma confortable, higiénica y sin interrupciones.
Beneficios y riesgos de que las mascotas y niños duerman juntos
Ya sabiendo sobre la importancia del descanso para los chicos, pasaremos a compartirte sobre los beneficios y riesgos que tiene que las mascotas y niños compartan la misma cama.
Por supuesto que las ventajas y peligros también dependen del tipo de animal. Por eso, a partir de este momento, nos centraremos en las mascotas más usuales que son el perro y el gato.
Beneficios de que mascotas y niños compartan la cama
Es importante aclarar que no es necesario que un niño duerma con su mascota.
Si bien puede favorecer en algunos aspectos, esto no significa que sea del todo bueno y, la decisión de dejarlo compartir su cama con el perro o gato, debe tomarse con suma precaución.
Algunos beneficios de que tu hijo o hija duerma junto a su mascota son:
- Se siente acompañado y, por lo tanto, más seguro
- Ayuda a reducir el stress y la ansiedad
- Mejora su estado de ánimo
- Le permite conciliar el sueño rápido
- Aumenta la calidad de sueño
- Se hace más responsable del cuidado de otros
Es fundamental que supervises de cerca y de manera constante la interacción entre la mascota y el niño.
Es la única forma de poder asegurarte que realmente será provechosa la decisión de dejarlos dormir juntos.
Riesgos de compartir la cama con una mascota
Como hemos mencionado anteriormente, compartir la cama con una mascota también tiene sus riesgos.
Algunos peligros de que tu hijo duerma con su mascota son:
- Los perros y gatos son portadores de alérgenos que pueden desencadenar reacciones de picazón en la piel o asma.
- Las mascotas pueden transmitir enfermedades a los niños por estar expuestas a gérmenes, bacterias o no tener todas las vacunas.
- Durante el sueño, las mascotas hacen ruido y se mueven, afectando la calidad de descanso del niño.
- La mascota puede lastimar accidentalmente al pequeño.
- La mascota puede reaccionar violentamente (mordiendo y arañando) si se asusta cuando el niño estando dormido se mueve o lo patea.
- Dejar que la mascota se suba a la cama puede reforzar malos hábitos difícil de erradicar.
Evaluar cada punto y sopesar beneficios y riesgos, es fundamental para poder tomar una decisión informada.
Recomendaciones a la hora de compartir la cama con una mascota
Si decidís que tu hijo o hija comparta la cama con su mascota, asegúrate de proporcionarle un marco de seguridad y bienestar.
Si no te sentís seguro de tomar una decisión, lo mejor es consultar con un veterinario y, por qué no, también con el doctor pediatra.
Antes de que la mascota duerma junto al niño, nuestras recomendaciones son:
- Supervisá que la mascota no muestre signos de agresión como gruñidos y mordiscos
- Asegurate que la mascota tenga buen comportamiento (no salta o ladra a las personas)
- Reducí sus alergénicos bañándolo frecuentemente y alimentándolo con balanceado específico
- Llevalo al veterinario de manera regular y mantené su carnet de vacunas al día
- La cama debe ser suficientemente espaciosa para que ambos se sientan cómodos y seguros
- Lavá las sábanas y cubrecama con frecuencia
- Arriba de la cama podés colocar una manta exclusiva para que la mascota duerma sobre ella.
Advertencia: Limitá los días y horarios de descanso junto a la mascota. Dejar que siempre duerman en la misma cama puede afectar al comportamiento del animal.
Alternativa para que la mascota no comparta la cama
Si considerás que la mascota no debe compartir la cama con tu hijo o hija, es posible proporcionarle una experiencia similar y más segura.
Una de ellas es que el perro o gato duerma cerca del niño pero en una cama o caja para mascota.
Para hacer que esto funcione vas a necesitar entrenarlo y proporcionarle un lugar cálido, con almohadas cómodas y juguetes que le incentiven permanecer ahí.
Si necesitás ayuda para lograrlo, consultá con algún profesional de conducta animal.

Conclusiones
Las mascotas y niños pueden dormir juntos siempre que la decisión sea tomada de manera informada, analizando sus beneficios y riesgos.
El descanso es indispensable para el buen desarrollo físico, mental y emocional de todos los chicos.
Si bien, una mascota puede proporcionar seguridad y responsabilidad, también puede afectar la calidad del sueño si el animal se mueve, le produce alergia al niño, lo enferma o accidentalmente lo lastima.
Una alternativa que brinda una experiencia similar con menos riesgos es entrenar a tu mascota para que duerma en su propia cama cerca del niño.
Lo importante es que la decisión que tomes sea lo más beneficiosa para tu hijo o hija y que, si aceptás que duerman juntos, les proporciones un marco cómodo seguro y saludable.
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