El buen descanso en la infancia debe considerarse una prioridad. Sin embargo, no debería interferir con el sueño de papá y mamá. Te contamos cómo lograr que todos duerman bien en casa.
Muchos padres se preguntan cómo conciliar un buen sueño con el descanso de la infancia.
La primera etapa de la niñez puede ser especialmente dura para el seno familiar: el pequeño demora en dormirse, se levanta llorando en medio de la noche y ocupa casi toda la cama que comparte con mamá y papá.
Por eso, en este artículo queremos compartirte sobre:
- La Importancia del descanso en la infancia
- Señales de que un niño puede dormir solo
- Recursos para un niño duerma en su cama
- Conclusiones

Importancia del descanso en la infancia
Todos necesitamos el descanso y la etapa de la infancia no es la excepción.
En general, los expertos recomiendan que los niños duerman entre 10 a 14 horas diarias.
Sin embargo, al igual que en el mundo adulto, donde algunos duermen más que otros, los niños también tienen necesidades de sueño individuales.
Lo importante es asegurarte que tu hijo o hija esté durmiendo lo adecuado para reponer sus fuerzas y sentirse bien física y emocionalmente.
Las razones para que un niño y niña descanse son:
- Rendimiento cognitivo: Dormir mejora la memoria, la capacidad de resolver problemas y afianza el aprendizaje.
- Crecimiento y desarrollo: El cuerpo produce las hormonas de crecimiento esencialmente durante el sueño.
- Robustecimiento: Al dormir el sistema inmune se fortalece, lo que significa que podrá prevenir enfermedades y combatir infecciones.
- Salud mental: Dormir reduce el enojo y la ansiedad. Un niño que duerme bien llora menos y juega más.
- Peso saludable: El descanso adecuado regula las hormonas que controlan el apetito, evitando el aumento de peso excesivo.
- Más energía: Al dormir la energía se restaura y los chicos se encuentran más preparados para hacer actividades físicas.
Todo lo que necesita tu hijo o hija para crecer, aprender, jugar, pasarla bien, estar sano y tener buen humor, es… ¡DORMIR!
Señales que indican que un niño puede dormir solo
No siempre los niños duermen con los padres.
Algunas familias, desde muy pequeños los acostumbran a descansar en una habitación separada, posiblemente monitoreada por video y parlantes.
En otros casos, la cuna se encuentra dentro del dormitorio matrimonial que, en principio, se usa hasta que el bebé se da cuenta que es más cómodo y tibiecito dormir junto a mamá en la misma cama.
No obstante, a medida que pasa el tiempo es importante considerar el momento de transición a la cama y dormitorio del niño.
Un pequeño que logra dormir solo, desarrolla su sentido de independencia y autonomía, lo que deriva en un buen progreso cognitivo y emocional.
La edad para que este proceso sea respetuoso y lo menos traumático, depende de varios factores como su desarrollo físico, emocional, personalidad y ambiente familiar. La mayoría se encuentra listo a partir de los tres años.
Algunas señales de que tu hijo o hija se encuentra listo para dormir solo, son:
- Expresa que quiere dormir solo
- Se siente cómodo y seguro en su cama
- Estar solo no le produce ansiedad ni tristeza
- Se acuesta y levanta a la misma hora todos los días
- No necesita la presencia de un adulto para quedarse dormido
- No tiene miedo cuando apagás la luz del dormitorio
Saber escuchar lo que dice el niño y estar atento a su forma de comportarse, es la mejor forma de saber si es el momento adecuado para pasar a dormir a su propia cama.
Recursos para que el niño duerma en su cama
Las transiciones suelen ser difíciles (cualquiera que sea), pero hay formas de realizarlas de manera segura y respetuosa.
Para lograrlo vas a necesitar creatividad y mucha paciencia.
En esta sección queremos compartirte algunos recursos para ayudarte en esta etapa tan especial.
Aunque al principio pueda llegar a costarte, te aseguramos que al finalizar el proceso todos se sentirán satisfechos y muy felices.
1. Armar un dormitorio funcional
Para que un niño o niña quiera dormir en su cuarto es importante que su habitación sea un entorno agradable, donde se sienta seguro y confortable.
Un dormitorio funcional al sueño es aquel que cuenta con todas las condiciones necesarias para lograr un sueño tranquilo y profundo.
Algunas características que debe tener el cuarto del niño, son:
- Ordenado simétricamente y limpio
- Temperatura climatizada según la estación
- Armarios por encima de su cabeza
- Luces con la posibilidad de ser atenuadas a la hora dormir
- Cama cómoda y con rampa
- Colores pasteles y con patrones agradables
- Decoración con su dibujito preferido
- Sábana y cubrecama con estampado agradable
Todo esto hará que tu pequeño o pequeña adopte más rápido su dormitorio como propio y lo sienta un lugar especial dentro del hogar.
2. Anticipar la transición y generar una rutina
Es importante anticipar a tu hijo o hija la transición a dormir solo. De esa manera, le ayudás a prepararse y adaptarse al cambio de manera más afectiva.
Todos requerimos tiempo para procesar y comprender lo que sucede. Al comentarle cómo será esa transición, también le estás dando la oportunidad de hacer preguntas y expresar sus miedos y preocupaciones.
El estrés y la ansiedad asociada al cambio se reduce cuando el niño sabe lo que va a suceder.
Algunas formas de anticipar la transición a dormir solo pueden ser:
- Hablá con el niño sobre el cambio explicándole su importancia y los beneficios que tendrá para él. Por ejemplo, que dormirá más cómodo.
- Permití que el niño colabore armando su propio dormitorio y poniéndole su impronta, como dibujos o juguetes preferidos.
- Escuchá sus preguntas y apoyalo emocionalmente con palabras alentadoras, como ser: “sos muy valiente y vas a lograrlo”.
- Incluí la transición a su rutina de descanso. Establecer horarios y actividades fijas para dormir ayuda a la adaptación.
La clave, ante todo, es que poder responder a sus necesidades y argumentos con paciencia, comprensión, empatía y mucha amabilidad.
3. Contar con un objeto de apego
Un objeto de apego puede ser un juguete, mantita o almohada que el niño utiliza para encontrar seguridad y confort emocional, especialmente en situaciones desconocidas o estresantes.
Estos objetos ayudan mucho en las transiciones. En este caso, que tiene que dormir por primera vez solo, posiblemente su juguete favorito le sirva para consolarse y darse fortaleza.
Incluso si tu hijo o hija no cuenta con un objeto de apego, seguro tiene un juguete favorito.
Dale la posibilidad de dormir con él para que se entusiasme en avanzar con el cambio.
Lo importante es que el objeto que elija para llevar a la cama sea seguro:
- Tenga un tamaño que no lo cubra
- El material de composición no sea tóxico
- La textura sea suave
- No genere ruido
- Se pueda lavar
Teniendo en cuenta estás características, ofrecé al pequeño la elección de un juguete, mantita o almohada que lo acompañe en este proceso de cambio.
4. Separación gradual
Todo esto conduce a la aplicación de una separación nocturna gradual, donde el ritmo de la transición es marcado por las emociones y progreso del niño.
Las primeras noches, acostarlo en su cama tendrá forma de rutina y juego. Es decir, lean juntos sobre el colchón, pero sin intentar dormir ahí.
En los siguientes días, podés acostarte en la cama con él y quedarte hasta que se duerma.
Luego de una semana, proponele intentar dormir solo, asegurándole que puede llamarte cuando sienta miedo.
Tenés que estar dispuesto a ser paciente y, en muchas ocasiones, retroceder dentro del proceso.
Nunca lo dejés llorando, encontrá la forma de que pueda sentir seguridad en su espacio personal.
5. Consultar con un profesional
Si agotaste todos los recursos y no lograste que tu hijo o hija duerma solo, siempre está la posibilidad de consultar con un profesional especialista en sueño infantil.
Un psicólogo podrá evaluar correctamente la situación y brindarte herramientas para transitar el proceso de autonomía de descanso.
Algunas estrategias profesionales que pueden sugerirte son:
- Terapias cognitivo conductual
- Técnicas de relajación
- Modificación del ambiente
- Reforzamiento positivo
- Empleo de límites claro
Es muy importante que no te sientas solo como papá y mamá, y saber que podés contar con profesionales para ayudarte de manera efectiva a transitar el proceso.

Conclusiones
El descanso es un factor esencial en la etapa de la infancia.
Dormir bien le permite a tu hijo o hija desarrollarse cognitivamente, robustecer su salud y sentirse feliz.
Los niños que duermen junto a mamá y papá pueden dejar de hacerlo cuando muestran señales de seguridad y autonomía emocional.
Para lograr una transición lo más feliz posible, te recomendamos:
- Armar un dormitorio funcional
- Tener una rutina de descanso que incluya y anticipe la transición
- Permitir al niño acostarse con su objeto de apego
- Realizar la transición de manera gradual
- Consultar con un profesional
Si necesitás más ideas, podés acceder a nuestra “Guía para que tu hijo duerma en su cama”.
¡Estamos seguros que vos y tu hijo pueden lograrlo!
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