Tener pesadillas durante la niñez es normal. La buena noticia es que hay maneras de evitar que sucedan con frecuencia. En este artículo te contamos cómo lograrlo.

Las pesadillas son sueños con mucha carga emocional. Generan sensaciones negativas, como miedo, susto y angustia.
En la mayoría de los casos, se trata de imágenes de situaciones peligrosas y amenazantes que provocan una tensión en el cuerpo.
Por ese motivo, al despertar de horror, es posible que sientas dolor de cuello, contracturas, palpitaciones o dificultad para volver a dormir.
Si bien las pesadillas pueden suceder en cualquier momento de la vida, en la niñez son mucho más frecuentes y tienen un efecto mayor a nivel emocional.
Por eso, en este artículo te contamos cómo ayudar a los más pequeños a tener un descanso placentero y evitar los sueños perturbadores.
¿Por qué suceden las pesadillas?
Las pesadillas, como el resto de los sueños, aparecen durante la fase REM, es decir, la última etapa del sueño.
Si bien, no se sabe a ciencia cierta por qué suceden, algunos factores que generan mayor riesgo de sufrir pesadillas son:
- El consumo de alcohol u otros tipos de sustancias que afecten la regulación del sueño.
- La depresión u otro tipo de malestar relacionado a la salud mental.
- Fiebre, enfermedades respiratorias o dolencias físicas.
- En casos de insomnio y otros trastornos del sueño.
- Como consecuencia de un episodio traumático.
- En periodos de mayor estrés o ansiedad.
Como verás, existen diferentes razones para sufrir de pesadillas. Por eso, en primera instancia, es importante buscar el motivo que las están generando.
De esta manera, será más fácil detectar qué hacer para reducir los efectos de estos episodios.
Formas de ayudar al niño a superar las pesadillas
Más de una vez sucede que, a causa de una pesadilla, los niños se despiertan llorando, asustados y buscando consuelo en papá y mamá.
Aunque las pesadillas no se pueden controlar ni prever, existen estrategias que ayudan a disminuir sus apariciones en los más pequeños.
Por eso, en esta sección queremos compartirte algunas ideas para elaborar con tu hijo o hija y evitar estos episodios perturbadores.
1. Crear un ambiente seguro de sueño
La decoración de la habitación influye en la calidad de sueño y tiene un gran impacto en la sensación de seguridad del niño o niña a la hora de dormir.
Algunos tips para lograr un dormitorio que transmita seguridad son:
- Decorá el espacio con imágenes y juguetes que el niño elija y lo hagan sentir a gusto y acompañado.
- Escuchá al niño respecto a las imágenes y jueguetes que le generan temor y sacalos de la habitación.
- Elegí luces cálidas para generar un ambiente relajante y confortable.
- Evitá la presencia de pantallas que generen ruido y luz en exceso.
- Contá con una almohada y un colchón adecuado.
- Ambientá con música instrumental suave.
De esta manera, la habitación representará un espacio conocido para el niño y que le permitirá relajarse.
2. Pintar para liberar las emociones y hablar
Al pintar y realizar otras actividades artísticas, los niños pueden expresar sus emociones, sobre todo si les cuesta poner en palabras lo que sienten o no saben hablar.
Por eso, pintar y dibujar son un excelente puntapié para iniciar la conversación. A partir de estas actividades, el niño exterioriza lo que le da miedo y así evita procesarlo a través de los sueños.
Por otro lado, como adulto te ayuda a conocer con más precisión qué le sucede interiormente y así guiarlo a herramientas más precisas que le permitan superar sus temores.
3. Explorar soluciones imaginarias o finales alternativos
Luego de una noche con pesadillas, una buena forma de superar el miedo es conversar sobre lo sucedido en el sueño.
Para esto, podés proponer al niño que piense de qué maneras podría haber solucionado el problema en el sueño o que imagine un nuevo final en donde ya no haya peligro.
Otra opción es pedirle que dibuje la pesadilla y que luego dibuje cómo le hubiera gustado que sea.
Así podrá notar que el sueño no es una situación real y amenazante, sino que la puede recrear e incluso modificar, como sucede con algunas técnicas de control del sueño.
4. No consumir dibujitos que causen miedo
Una de las advertencias fundamentales es evitar ver películas o dibujos animados que causen temor.
Si una escena o personaje le generó miedo, esto no solo podría reaparecer en sueños, sino también provocar sensación de inseguridad a la hora de dormir y problemas para conciliar el descanso.
Lo más aconsejable es no usar pantallas por la noche. En su lugar, te recomendamos leerle un cuento que aporte tranquilidad.
5. Tener una dieta saludable
No viene mal recordar una vez más que la alimentación es esencial para tener un descanso saludable.
En este sentido, es importante que ingieras comidas livianas antes de ir a dormir y evites aquellos alimentos que no favorezcan el sueño de calidad.
Para esto, podés incluir en las comidas diarias alimentos que contienen propiedades que estimulan hormonas relacionadas al sueño, como banana, leche, nueces, verduras de hojas verdes y miel.
¿Cuándo consultar a un profesional sobre las pesadillas?
Si bien las pesadillas son normales y no significan un síntoma preocupante en la salud del niño, hay trastornos del sueño que requieren de una consulta profesional.
Durante la niñez puede haber episodios de parasomnia, que son alteraciones en el comportamiento del niño durante el sueño y que desaparecen en la adolescencia.
La parasomnia incluye el sonambulismo, pesadillas recurrentes y terrores nocturnos. En el caso de las pesadillas, los síntomas se agudizan con gritos, miedo intenso o agitación.
Además, en estos casos, el niño no recuerda qué estaba soñando sino solo la sensación de temor y malestar.
Algunas señales que pueden indicar la necesidad de consultar con un médico son:
- Si el niño manifiesta un miedo extremo antes de dormir.
- Si hay problemas de comportamiento durante el día.
- Si hay una alteración del patrón del sueño del niño.
- Si las pesadillas se repiten a lo largo del tiempo.
Entonces, si creés que tu hijo o hija puede estar experimentando alguna de las variantes de la parasomnia, te recomendamos consultar con un profesional para saber qué medidas tomar al respecto.

Conclusiones
Las pesadillas son frecuentes durante la niñez y esto puede alterar su descanso.
La buena noticia es que hay distintas prácticas que pueden ayudarlos a dormir mejor y disminuir sus apariciones.
Para evitar las pesadillas de tu hijo o hija, te sugerimos:
- Acondicionar la habitación del niño para que represente un espacio seguro.
- Hablar con el pequeño sobre aquellas situaciones que le provocan temor e inseguridad.
- Emplear técnicas artísticas que ayuden a exteriorizar las emociones.
- Evitar las pantallas durante la noche y, en su lugar, buscar actividades relajantes.
- Procurar mantener una alimentación equilibrada para evitar entorpecer el descanso.
- Consultar con un profesional si las pesadillas son recurrentes y notás síntomas agudos.
De esta forma, tus hijos se sentirán más protegidos, la noche no significará temor y vos notarás un mejor descanso en tu pequeño.
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