¿Cómo mantener las almohadas limpias?

Almohadas Limpieza y Mantenimiento

Es común escuchar que para mantener las almohadas limpias es suficiente cambiar frecuentemente su funda. En este artículo destrabamos este mito y te contamos cómo lavarlas adecuadamente. 

Todos reconocemos que dormir sobre almohadas limpias es fundamental para la salud. Sobre ella apoyamos nuestra cabeza y, sin duda, oídos, nariz y boca tienen contacto directo con ella.

También es común escuchar que su limpieza solo implica el cambio frecuente de funda, al igual que el colchón. Y, aunque esto tiene una parte de verdad (la funda debe cambiarse periódicamente), no es suficiente para mantenerla totalmente higiénica.

Por eso, en este artículo queremos compartirte sobre:

  • Frecuencia y beneficios de mantener las almohadas limpias
  • Trucos para lavar las almohadas adecuadamente
  • Conclusiones 
Almohadas limpias

Frecuencia y beneficio de mantener las almohadas limpias

Cuando se trata de mantener las almohadas limpias, es importante que consideres la frecuencia y tiempo que le tendrás que dedicar a esa tarea.

El contacto diario que las almohadas tienen sobre tu rostro, provoca que en las mismas se acumulen humedad, aceite de piel, suciedad, ácaros, polvos y otros residuos.

Por esa razón, la manera correcta para asear cualquier cojín es cambiando su funda, al menos, una vez por semana, y lavándola completamente una vez cada tres meses.

Si sos de las personas que transpiran mucho o dormís con la mascota, la frecuencia del lavado debe ser menor. Al igual que si ves que la almohada está manchada o tiene olor feo.

Algunos de los beneficios de dormir con una almohada limpia son:

  1. Prevención de alergias y enfermedades: Lavar las almohadas regularmente ayuda a eliminar los ácaros, polvo, hongos y bacterias que provocan molestias como tos, rinitis, manchas en la piel y problemas respiratorios. 
  2. Más vida útil: Una forma infalible de cuidar las almohadas y prolongar su vida útil es lavándolas frecuentemente. De esa manera la mantendrás suave y fresca por más tiempo.
  3. Eliminación de manchas y olores: Una almohada higiénica es aquella que no posee manchas ni olor. La única manera de lidiar con estos asuntos es lavándola.
  4. Comodidad: Como veníamos diciendo, una almohada que es aseada periódicamente mantiene su suavidad y confort por más tiempo y, por lo tanto, colabora con una mejor calidad de sueño.
  5. Ahorro de dinero: La vida útil de una almohada es de dos años aproximadamente. Sin lavado, ese lapso puede acortarse considerablemente y, por lo tanto, tendrás que invertir en una nueva antes de tiempo.

Seguramente ya sabías que lavar las almohadas era bueno, pero, ¿alguna vez imaginaste que había tantas razones para hacerlo?

Por eso, para no saltearte ningún cambio de funda ni lavado completo de almohada, te recomendamos colocar recordatorios en el celular.

De esa manera, siempre tendrás presente cuándo hacerlo y te asegurás dormir de una manera saludable, confortable y económica.

Trucos para lavar las almohadas adecuadamente

Esta información es crucial: aún las almohadas inteligentes, que pueden hacer y medir muchas cosas durante las horas de sueño, no se lavan a sí mismas.

Por eso, en esta sección queremos compartirte algunos trucos para que logres mantener tu cojín higiénico y confortable.

Así como hay maneras adecuadas de cuidar el colchón para prolongar su vida útil y lavar las sábanas para conservar su suavidad y color por más tiempo, también existen algunos secretos para que, al asear tus almohadas, no pierdan suavidad. 

¡Empecemos!

 1. Revisar la etiqueta

Nadie conoce mejor tu almohada que el fabricante. Por eso, nuestra primera recomendación es que antes de lavarla leas la etiqueta donde, por lo general, se encuentran los datos sobre su composición, lavado y planchado.

Hay diferentes tipos de almohadas y según el material de su elaboración será conveniente un lavado específico.

Si bien en este artículo te compartiremos de manera genérica cómo higienizarlas, recordá que siempre es mejor tener en cuenta las pequeñas letras del rótulo que se encuentra al costado del cojín.  

 2. Lavar según su composición

Las almohadas pueden estar compuestas por tres tipos de materiales: fibra, viscoelástico y plumas. Una vez que sabés con precisión la composición de tu almohada, llegó la hora de lavar según su tipo. 

Si tenés una almohada de fibra, la manera correcta de higienizarla dentro del lavarropa es la siguiente:

  1. Programar la temperatura del agua entre 30 y 40 grados Celsius. Más fría, corrés el riesgo de no desinfectarla bien y más caliente podés dañar sus fibras.
  2. No mezclar el lavado de las almohadas con otras prendas.
  3. Tener en cuenta la capacidad de peso del tambor, sobre todo en el caso que quieras meter dos juntas.
  4. Utilizar un jabón o detergente líquido, suave o neutro y evitar productos con cloro o blanqueadores.
  5. Usar un ciclo de centrifugado suave para no dañarlas.

Las almohadas viscoelásticas no tienen recomendado su lavado ya que presentan dificultades para el secado interno. En este caso, te recomendamos:

  1. Cepillarla con jabón neutro
  2. Remover el jabón con poca agua tibia
  3. Conservarla limpia con doble funda 

En el caso de las almohadas de plumas, que son las más complicadas para el lavado, se debe higienizar de la siguiente forma:

  1. Prepara una palangana con agua caliente y jabón líquido
  2. Sumergir la almohada durante unos minutos
  3. Fregar suavemente si existiera una mancha
  4. Sacar la almohada para secar sin retorcerla

3. Secado correcto

Antes de volver a vestir la almohada con su funda y recostarte sobre ella es importante que te asegures que se encuentra totalmente seca.

Lo recomendable es, en todos los casos, colgarla en el tender junto a un lugar donde no le dé directamente el sol.

Sobre todo, en el caso de las almohadas de plumas, es importante que se airee para que las plumas no se peguen entre sí y conserve la suavidad. Si es necesario, podés ayudarte con un secador de pelo.

4. Guardar adecuadamente

Finalmente, llegamos a la última fase de la limpieza correcta de una almohada.

En la mayoría de los casos, la almohada vuelve a la cama de origen y se la viste con sábanas limpias para recostarse sobre ella.

Pero en el caso que estés pensando almacenarla, es importante que lo hagas en un lugar fresco y oscuro. También que puedas envolverla en algún plástico hermético que evite que se llene de polvo y ácaros.

Almohadas limpias

 Conclusiones

No es suficiente un cojín ideal para tener un sueño de calidad, también es necesario mantener las almohadas limpias.

Si trabajás en la higiene de tu almohada, evitarás alergias, enfermedades y te ahorrarás unos billetes por no tener que reponerla antes de tiempo.

Nuestro consejo a la hora de lavar un cojín son:

  1. Revisar en la etiqueta las instrucciones de lavado
  2. Lava según su composición
  3. Secar completamente
  4. Guardar en un lugar fresco y oscuro

Además, te recomendamos colocar ahora mismo un recordatorio en tu celular con fecha para el primer lavado de tu almohada.

De seguro, notarás la diferencia y mejorará tu calidad de sueño.